CHAMPIONS FEMENINA

Barcelona - Wolfsburgo: Llega la nueva era en el Camp Nou

El Camp Nou presentó un aspecto sensacional en el Barça-Wolfsburgo de la Champions femenina.

El Camp Nou presentó un aspecto sensacional en el Barça-Wolfsburgo de la Champions femenina. / Jordi Cotrina

Inés Sánchez

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Lucía la camiseta azulgrana con el dorsal ‘30’ a la espalda mientras sonaba en el estadio el ya icónico ‘Ay Mamá’ de Rigoberta Bandini. Nunca antes había recorrido los 59 kilómetros que separan Igualada del Camp Nou, pero esta tarde jugaba su ídola, Alexia Putellas. Y Martina, la joven futbolista de 11 años, observaba emocionada al Wolfsburgo calentar en fila mientras soñaba con algún día ser una de las jugadoras del césped. 

El ambiente que se respiraba el estadio dejaba entrever que sería una noche icónica, de aquellas que el aficionado culé recordaría durante décadas. El Barça saltaba al césped con el mítico Highway to Hell retumbando en un Camp Nou que se inundó de gritos y aplausos al escucharse desde el altavoz el dorsal número 11

Dos niñas durante el Barça-Wolfsburgo de la Champions femenina en el Camp Nou.

Dos niñas durante el Barça-Wolfsburgo de la Champions femenina en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Los 91.648 espectadores del Estadi, otro nuevo récord mundial, arroparon a un equipo que ya no recuerda las gradas vacías de Anoeta de las últimas semifinales ante el Wolfsburgo. Y que, a pesar de tener delante a uno de los mejores equipos de Europa, el miedo de aquel 25 de agosto no se asomó ni en el césped ni en las gradas. Porque igual Alexia se equivocaba y en Europa sí hay distancia, pero ahora es el Barça quien la marca.

Las banderas azulgranas ondeaban cada centímetro del estadio dando sentido al “tot el camp ésun clam” que da inicio al himno. Y el abrazo de Rolfö con los seguidores culés tras el tanto anulado evidencia que el orgullo de la afición vuelve a reinar en un Camp Nou que se rinde ante la magia del equipo. El estadio se entregó a la capitana Alexia Putellas, que en los últimos meses se ha postulado como clara heredera al trono. 

Rolfö celebra con sus compañeras uno de los cuatro goles de la primera mitad al Wolfsburgo en el Camp Nou.

Rolfö celebra con sus compañeras uno de los cuatro goles de la primera mitad al Wolfsburgo en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Y aunque el Barça llegaba al partido como campeón de Europa, golear al que durante la última década ha sido el segundo mejor equipo del continente sitúa al cuadro azulgrana en una nueva dimensión. Si había dudas, este viernes se han esfumado con la superioridad plasmada en estas semifinales. Las azulgranas han destronado a los de antaño y ya son claras candidatas a la Champions. 

Papeles cambiados

Las luces de la afición iluminaban un Camp Nou que empezaba a anochecer. Nunca antes había conseguido marcar ante el Wolfsburgo. Tres derrotas anteriores precedían este partido. Pero los papeles ya han cambiado. El campeón de Europa buscaba evidenciar que lo de la pasada temporada no era casualidad. Pero el club alemán quería demostrar que seguían siendo de las mejores de Europa. Y no lo consiguieron. En un escenario soñado, las barcelonistas lograron la mejor revancha posible. 

El final del partido marca el inicio de una nueva era. Las alemanas se tiraban al suelo con el pitido final mientras el Fútbol Club Barcelona celebraba prácticamente el pase a la final, el escenario contrario de hace ya casi dos temporadas. El Wolfsburgo observaba cabizbajo a los 91.648 espectadores -casi la población de su ciudad- tras presenciar el sorpasso de las azulgranas. Se mantuvo con grandeza en la derrota, y no se marchó hasta que no lo hicieron los azulgranas. El Barça vuelve a dominar el fútbol europeo. Además, las azulgranas desmintieron a aquellos que pensaban que el récord era gracias al Real Madrid.

El Camp Nou coreó 'Sí. Sí. Nos vamos a Turín'. Ya no asusta lo que pueda pasar en Alemania. Ni siquiera una hipotética final contra el temible Olympique de Lyon. El Barça ya no se conforma con competir ante los grandes. El equipo es firme candidato a la Champions League.

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