Hazard y Peter, soluciones del Real Madrid al Covid

El calendario había reservado para este 19 de diciembre la llegada al Bernabéu de la ‘fiebre amarilla’, peculiar mal cuyos síntomas son el contagio de la inquebrantable fe de esa afición inmune al desánimo de los resultados y la guasa de tan singular hinchada.

Sin embargo, han querido las circunstancias que antes de la vista del Cádiz a Chamartín el Real Madrid haya sufrido la virulencia del brote de Ónicrom, la nueva variante del Covid, que ha dejado fuera de juego a Modric, Marcelo, Asensio, Rodrygo, Bale, el portero Lunin, y al ayudante e hijo del entrenador, Davide Ancelotti. Algo que Carletto podía haber utilizado como coartada, pero que una vez más ha resuelto con su sentido común habitual: “Creo que el fútbol y la sociedad tienen que seguir conviviendo con este virus. Tenemos que seguir, pero hay que cuidarse”.  

Un contratiempo que, en realidad, no afecta estructuralmente a los planes de Ancelotti para el partido, ya que solo sufre las bajas de dos titulares como Modric en el medio y del extremo derecho del tridente, al caer contagiados tanto Asensio como Rodrygo. Este contratiempo supondrá, inesperadamente, una oportunidad para que Hazard ingrese en el once titular después de meses de ausencia. Su mala suerte con las lesiones, sumado a la innata desgana que demuestra en los entrenamientos le han convertido en un futbolista invisible para su entrenador, que no ha mostrado ninguna complicidad con el belga. 

El diamante de Raúl

Por contra, aparece en la convocatoria también un futbolista que simboliza todo lo contrario. Peter Federico Carmona González, un producto de la Colonia Marconi, uno de los barrios más humildes de Madrid. El mismo del que surgió uno de los mitos más grandes del madridismo: Raúl González Blanco. Precisamente el encargado ahora de tallar los diamantes de la cantera blanca en el banquillo del Castilla. Peter es un chico tímido fuera del campo que se transforma al pisar el césped y recibir la pelota. Un extremo descarado al que le gusta encarar a pie cambiado buscando la diagonal hacia la portería. Su melena afro y su flow de freestyler no pasará por alto para el madridismo. 

Además, Ancelotti tiene otra buena noticia con el regreso a una convocatoria de Dani Ceballos, que llegó lesionado de Tokio con la medalla de plata colgada al cuello y ahora puede alistarse en el ejército de Carletto para la segunda parte de la temporada.

Enfrente comparece un Cádiz situado en puestos de descenso, necesitado de sumar puntos para acercarse a una salvación que marcan Elche y Alavés con dos puntos más. Los de Cervera han perdido la credibilidad defensiva que en atesoraban temporadas pasadas y han dejado de ser un hueso duro de roer para convertirse en un equipo con poco gol y una inquietante capacidad para desconectarse de los partidos.  

Diez victorias consecutivas suma el Real Madrid, una racha que le ha instalado de forma indiscutible en el liderato de LaLiga. Sin embargo, el Cádiz, que ha cosechado ocho de sus 13 puntos fuera de casa, ya dio la sorpresa la temporada pasada ganando (0-1) al Real Madrid en su visita, entonces, al Alfredo di Stéfano. Los cadistas pretenden aprovechar los contratiempos epidemiológicos de los blancos para lograr otra histórica victoria. Sería el mejor regalo de Reyes para el Cádiz en estas blancas Navidades que se avecinan.