ENTREVISTA CON EL JUGADOR BLANQUIAZUL

Aleix Vidal: "Tengo una historia para escribir un libro"

El lateral perico, de 32 años, pasó por las canteras del Barça, Madrid y Espanyol en una trayectoria repleta de aventuras hasta su confirmación en la élite

«Llegué a pensar si tanto sufrimiento merecía la pena, pero aquí estoy. Ahora siento una tranquilidad bestial conmigo mismo», confiesa

Aleix Vidal

Aleix Vidal / Zowy Voeten

Raúl Paniagua

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Nació en Valls, pero se crió en Puigpelat, su querido pueblo. Aleix Vidal, de 32 años, marcó un golazo ante el Madrid y este sábado se medirá con el Barça, uno de los clubs de su agitada trayectoria. El lateral perico reflexiona en una entrevista con EL PERIÓDICO sobre su camino antes del derbi del Camp Nou.

-Cumple tres meses en el Espanyol y se le ve muy satisfecho. ¿Percibe en el club esa ilusión del regreso a la élite tras un duro año? Yo estoy supercontento aquí, me han recibido de maravilla. En el vestuario se nota esa ilusión por volver a estar con los mejores. Muchos jugadores pasaron una situación muy complicada hace dos temporadas, pero ahora estamos haciendo las cosas muy bien. Se ve ese esfuerzo, ese sufrimiento. No es fácil reponerse de esas cosas, cuando desciendes y vuelves a ascender siempre queda el recuerdo, el miedo a que vuelva a suceder lo mismo, pero estamos muy unidos y preveo una buena temporada.

-Diego López acaba de cumplir 40 años en plena forma y debutó en Primera a los 24, igual que usted. ¿Se valoran más las cosas cuando cuesta tanto conseguirlas? Es cierto, llegué con 21 años al Almería y debuté con 24 en Primera después de un largo camino. Los que hemos sufrido y hemos tenido mala suerte en algunos momentos valoramos más el paso de los años. Se trata de ser fuerte mentalmente. Siempre falta ese empujón, esa pizca de fortuna. Luego viene todo rodado, pero nunca se olvidan los duros inicios.

Aleix Vidal, sentado sobre un balón, tras un entrenamiento en la ciudad deportiva Dani Jarque.

Aleix Vidal, sentado sobre un balón, tras un entrenamiento en la ciudad deportiva Dani Jarque. / Zowy Voeten

-Partiendo de cero, ¿cuál es su primer recuerdo con el balón? Comencé a dar guerra a los 4 años en la escuela de Valls. Mi padre fue un jugador más o menos decente. A mis dos hermanos mayores no les gustaba demasiado el fútbol y se volcó conmigo. Estaba en el equipito del pueblo, pegando cuatro balonazos, pero fui creciendo y vi que se me daba bastante bien. Empecé de mediapunta.

-Usted pasó por las canteras del Barça, Real Madrid y Espanyol. Es un viaje bastante singular. Entonces era muy joven. Llegué con 12 años al Barcelona, luego me volví a mi pueblo, me firmó el Madrid, regresé a mi pueblo otra vez, me fichó el Espanyol, me cedió a la Damm, luego a Grecia... Tengo una historia para escribir un libro y daría para mucho. En el Madrid por ejemplo, no pude seguir porque los estudios no eran mi fuerte, para qué nos vamos a engañar. No cumplía en un instituto tan exigente. Intentamos buscar una solución entre todos, pero no fue posible.

"Las redes sociales son una mentira. Hacen daño a todo el mundo, seas futbolista, modelo o carpintero"

-Son demasiados cambios en edad juvenil. ¿Lo pasó mal? En algunos momentos sí. Se juntan demasiadas idas y venidas que no siempre entiendes bien. Cuando llegué al Espanyol me cedieron a la Damm y quedé máximo goleador junto a Sergi Enrich, pero siguieron sin creer en mí. Paco Herrera tenía un amigo en Grecia y me dijo que me fuera para allá. Fue solo una temporadita. Participé poco, pero aprendí. Una experiencia más. Cuando volví de Grecia me fui a jugar a Tercera, a la Pobla de Mafumet. A mi casa. La ilusión no es la misma, te vas haciendo mayor y ves que pasan los años y se complica. Te vas a Mallorca y tampoco encuentras confianza. Uno piensa muchas cosas. Te planteas hasta qué punto compensa a nivel personal y económico estar siempre por ahí, lejos de tu gente y tus amigos. La última oportunidad fue el Almería y ahí la lie gorda con Lucas Alcaraz. Fue un entrenador vital para mí. Lo diré siempre hasta que me vaya a la tumba. Necesitaba esa confianza, venía de jugar en Segunda B y de bajar a Tercera. Llegué al filial del Almería, jugué 41 partidos y todo me empezó a ir de cara.

El carrilero blanquiazul, en un banquillo después de un entrenamiento en Sant Adrià.

El carrilero blanquiazul, en un banquillo después de un entrenamiento en Sant Adrià. / Zowy Voeten

-Ahora se habla mucho de la salud mental en el deporte. ¿Considera clave este aspecto? Sin duda. La cabeza es el 90% en el deporte. Cuando eres Messi o Cristiano todo es muy bonito, pero muchos jugadores no pasamos por buenas situaciones deportivas en nuestras vidas. Yo las he sufrido, las he sabido llevar y he salido reforzado. Hay que estar psicológicamente preparado para ello. Seguro que existen miles de casos de deportistas que no han llegado más alto por el tema mental, no por el deportivo. Si se te dobla la cabeza no vas a ningún sitio. Yo llegué a pensar si tanto sufrimiento merecía la pena pero aquí estoy. Ahora tengo una tranquilidad bestial conmigo mismo después de tantos años de esfuerzos.

-Las redes sociales se han convertido en el canal habitual de comunicación de muchos futbolistas. ¿Qué opina de ellas? Las redes son una mentira y hacen daño a todo el mundo, seas futbolista, carpintero, modelo o lo que sea. Yo solo tengo Instagram porque me lo hice cuando llegué a Barcelona. Es lo único que uso en alguna ocasión. Ahí se vive una vida de mentira, yo no tengo necesidad de ir demostrando lo que tengo. Hay algunas cosas positivas, no lo niego, pero el 90% es una farsa.

"Es fácil decir que es una espina clavada, pero nadie me puso una pistola en la cabeza para firmar por el Barça"

-Con el Sevilla se salió en un 2015 mágico en el que ganó la Europa League y llegó a ser internacional. El Barça pagó 18 millones por usted, pero estuvo seis meses sin jugar por la sanción de la FIFA. ¿Se arrepiente de aquella decisión? Nunca sabes qué habría pasado si no hubiera firmado. Es fácil decir que es una espina clavada, que estar seis meses sin jugar era un lastre, pero fue una decisión mía, nadie me puso una pistola en la cabeza para firmar por el Barça. Pasé una época complicada y luego me partí el tobillo cuando era titular indiscutible. Y otra vez lo mismo. En la vida todo cambia en un momento. Al futbolista y a cualquiera. Fueron tres cursos con poco protagonismo pero tres años antes estaba en el Almería. Jamás habría imaginado que llegaría al Barcelona.

Aleix Vidal sustituye a Alves en un partido con el Barça de febrero de 2016.

Aleix Vidal sustituye a Alves en un partido con el Barça de febrero de 2016. / J.M. Arolas

-Llegó al Camp Nou como el futuro relevo de Dani Alves, que estaba en su recta final. ¿Le sorprende el retorno del brasileño? Tengo buena relación con Dani, pero son cosas que no me preocupan. Forman parte de las vueltas que da el fútbol. No vale la pena insistir en ello. A nosotros solo nos importa hacer un gran partido, dejarnos todo y salir con la cabeza alta.

-¿Ha soñado con repetir ante el Barça el gol que marcó contra el Madrid? ¿Lo celebraría? No me quita el sueño ese tema. No soy un killer. No sabría decir si lo celebraría. Seguramente sí porque tampoco marco muchos [ríe]. Solo falta que meta uno y me quede parado.  

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