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FC BARCELONA 1 - 2 CELTA

El Barça firma otra tarde funesta para despedirse de la Liga

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El conjunto de Ronald Koeman se deja remontar con un doblete de Santi Mina

Messi ante los defensas celestes

Messi ante los defensas celestes

Marcos López

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De empate en empate hasta la derrota final de un caótico Barça que se marchó abatido del Camp Nou. Tarde funesta para un equipo que firmó su epitafio en esta Liga con la caída ante el Granada, prolongada luego por los empates frente a Atletico y Levante hasta que llegó Santi Mina para firmar el derrumbe del equipo de Koeman, que se marcha del campeonato sumando cinco puntos de los 15 últimos posibles. Ni las matemáticas sostenían ya a un equipo moribundo.

Y eso que la tarde era soleada. Sale Messi. Quien sabe si es su último partido en el jardín que ha cultivado con mimo desde hace lustros en el Camp Nou. Mira hacia arriba. No hay un alma. Mira hacia la nada. Como este desconcertante Barça, capaz de dominar el partido y hasta de jugar bien en la primera mitad y ensuciarlo, como siempre, en la segunda. Juega, tiene el balón, genera peligro, marca un solo gol, amparado en la vieja conexión -centró Busquets con extrema delicadeza y cabeceó Leo con delicadeza extrema- para quedar desnudo por detrás, donde hasta Ter Stegen parece un portero terrenal. Un tiro a puerta del Celta, un gol, con el alemán  petrificado sin tirarse siquiera al césped. Ni se manchó los guantes Marc-André asombrado por ese disparo de Santi Mina.

Tarde soleada. Sale Koeman al banquillo dejando a su Barça con el tradicional 3-5-2, enviando, de nuevo, a Dembélé a la función de carrilero derecho, dejando así a Ilaix llenar el vacío del sancionado De Jong. Sale Koeman sin saber si es su último partido en un Camp Nou donde no ha visto a un solo culé en nueve convulsos meses donde ha tenido tres presidentes mientras le tocaba gestionar la decadencia de un equipo que se auto destruye en cada partido.

Hecho el recuento de la primera mitad, tanto Leo como Ronald no quisiera elevar su mirada hacia los gigantescos marcadores de un templo deshabitado por la pandemia desde hace año y medio para evitar certificar, en un encuentro más, que el equipo no tiene solución. Emite señales de recuperación, pero luego el tradicional retorno a la pobredumbre.

Presionó bien al inicio, movió rápido el balón, que logró recuperarlo con inmediatez, mientras Busquets continúa teniendo agilidad extrema en su cabeza para encontrar a Leo aunque esté rodeado por defensas celestes. Y el ’10’ se disfrazó de viejo ‘nueve’ con ese remate de cabeza en el que modificó con astucia la dirección de la pelota.

Lo que no se puede modificar, visto lo visto (Granada, Atlético, Levante, Celta…), es la tendencia depresiva de un Barça que se defiende caóticamente. Ni necesitó el equipo gallego pisar el área azulgrana para desnudar al equipo de Koeman. Hace tiempo que sale al césped sin ropa alguna. Da igual que haga frío o sol. Va con sus vergüenzas al aire.

Tendencia depresiva

Activó el técnico neerlandés el botón del cambio en el descanso quitando a Pedri, a quien la gasolina se le acabó hace semanas, exhausto por tanto esfuerzo, y colocó en el campo a Riqui Puig, que apenas había jugado cinco minutos en los siete últimos encuentros. O sea, Busquets, escoltado por un adolescente (Ilaix) y un teenager  (Riqui), teniendo, además, a Ter Stegen ahogado en una crisis de autoestima. Ni para con las manos y se le ve torpe con los pies. Vamos, no es quien siempre ha sido, pese a que paró el disparo de Denis en la segunda mitad. Viendo que el dinamismo del joven de Matadepera no era suficiente agitó el técnico la coctelera y cambió la pizarra. Sacó a Dest, envió a Piqué a la ducha y recuperó el 4-3-3, algo que solía estar en desuso, alterando después el paisaje del ataque. Volvió Koeman a quitar a Dembélé y Griezmann, dos de los tres fichajes más caros de la historia del club (el primero es Coutinho y está lesionado desde diciembre), para jugarse las mínimas opciones de aspirar a la Liga con Braithwaite y Trincao.  

Con el Barça acabando con 10 jugadores por la expulsión de Lenglet, otra más. En apenas 10 minutos vio dos amarillas el central francés, símbolo del desconcierto de un equipo que se arrastró sin alma alguna, ni estimulado por la caída del Atlético.

Retratado en la ocasión, increíble ocasión que falló Braithwaite. Solo ante la portería estaba el danés cuando tiró el balón casi al banderín de córner. El nueve del Barça es Martin. El nueve que falló un gol que no se puede fallar. Y el Celta terminó ganando el partido que el Barça no quiso ni supo ganar gracias al tanto de Santi Mina despidiéndose de mala manera. Quizá Koeman ya no vuelva a ese banquillo. ¿Y Messi? Si mira a su alrededor, ya sabe lo que hay. Tierra quemada, como en Lisboa.

FICHA DEL PARTIDO

Barça: Ter Stegen (4), Araujo (5), Piqué (4), Lenglet (4), Dembélé (4), Jordi Alba (5), Ilaix (5), Busquets (6), Pedri (5), Messi (6) y Griezmann (4) 

Entrenador: Ronald Koeman (4)

Cambios: Riqui Puig (5) por Pedri (m. 46); Dest (4) por Piqué (m. 69); Braithwaite (4) por Griezmann (m. 70); Trincao (4) por Dembélé (m. 70); Pjanic (s.c) por Ilaix (m. 85)

Celta: Iván Villar (6), Kevin Vázquez (6), C. Domínguez (5), Nestor (6), Aaron (6), Fran Beltrán (7), Brais Méndez (7), Denis Suárez (6), Nolito (5), Santi Mina (9) y Iago Aspas (6).  

Entrenador: Cacho Coudet (8)

Cambios: Solari (6) por Nolito (m. 68);  Baeza (5) por Iago Aspas (m. 78); Sotelo (s.c.) por Fran Beltrán (m. 93)

Goles: 1-0, Messi (m. 28); 1-1, Santi Mina (m. 38); 1-2, Santi Mina (m. 89)

Árbitro: De Burgos Bengoetxea ( ), vasco

Tarjetas amarillas: C. Domínguez (m. 50); Riqui Puig (m. 55), Lenglet (m. 73 y m. 83)

Tarjeta roja: Lenglet (m. 82)

Estadio: Camp Nou

Espectadores: 0.