CITY-CHELSEA

Una Champions tan inglesa como su nombre

Por tercera vez dos equipos de la Premier se jugarán la final continental

Guardiola aspira a ganar su primera sin Messi, mientras sigue la maldición del Madrid sin CR7 y del Barça sin Neymar

Zidane: "El Chelsea ha sido superior. Nos ha faltado contundencia arriba"

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. / EFE

Roger Pascual

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Hay binomios que funcionan tan bien que al romperlos parece que sufran el síndrome Bela Guttman, aquel técnico húngaro que llevó al Benfica a ganar dos coronas continentales y que al ser despedido soltó un maleficio. «El Benfica no volverá a ser campeón de Europa en los próximos cien años». Ya van 59. 

Pep Guardiola aspira a conquistar su primera Champions 10 años después de ganar su última con Messi. El Barça y Neymar no han ganado ninguna desde la espantada del brasileño a París hace cuatro años. Igual que ni Cristiano Ronaldo ni el Madrid han levantado la orejona desde que firmaron su sonado divorcio. Tras encadenar tres tronos continentales con CR7 como estilete, ni el goleador portugués ni los madridistas se han vuelto a asomar por la final.

Tuchel, del paro a repetir final

El día después que el PSG se quedara cayera en semifinales, el jeque Nasser Al-Khelaïfi vio como Thomas Tuchel, el hombre que les condujo a la final de Lisboa y al que el echó hace apenas cuatro meses, obtenía el billete para Estambul.

La Superliga este año es la Premier, la de los seis equipos que se bajaron antes del proyecto de Florentino Pérez. La Champions tendrá un campeón tan inglés como su nombre en la tercera final entre dos equipos de la Premier tras el Tottenham-Liverpool de 2019 y la que el Chelsea disputó en 2008 con el Manchester United. Los blues, que se coronarían cuatro años después en una infartante tanda de penaltis contra el Bayern, buscarán su segunda corona ante el Manchester City de Guardiola.

Solo Courtois, inquilino durante cuatro temporadas de la portería de Stamford Bridge, hizo sufrir más de la cuenta a su antiguo jefe, Roman Abramovich. El magnate ruso debió maldecir a su exempleado y la falta de puntería de Timo Werner. Hasta que Mount logró el gol de la tranquilidad, que alargaba un año más la maldición de Cristiano Ronaldo en el Madrid.

Sin pegada

El conjunto blanco echó de menos la antigua pegada, como reconoció Zidane. «Nos ha faltado contundencia arriba. Lo hemos intentado, hemos llegado a un partido de la final. Es un momento duro», asumió después de su segunda eliminación europea, tras la del año pasado ante el City. Tanto él como Casemiro reconocieron que el Chelsea fue superior. «No hay explicación, ellos han jugado mejor y no hay excusa. Estamos muy tristes, apuntó el centrocampista.