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PSG 1 - 1 FC BARCELONA

El Barça se honra a sí mismo ante el PSG en la Champions

El atrevido equipo de Koeman pagó otro error en el área de Lenglet y su falta de eficacia

Messi intenta buscar el remate.

Messi intenta buscar el remate. / El Periódico

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Se fue el Barça de Europa. De nuevo, como ya es tradición cada año desde que alcanzó la cima de Berlín-2015. En París, al menos, se despidió con la autoridad que se le pedía a un equipo en pleno proceso de reconstrucción. Tuvo al Paris SG en sus manos, aunque parezca mentira, transformado Keylor Navas en un portero con super poderes, tan gigantesco que hasta le paró el penalti a Messi. El penalti que habría cambiado todo. Aunque, en realidad, todo quedó como estaba desde aquel 1-4 del Camp Nou.

No supo qué hacer el Paris SG. No sabía donde estaba. Ni contra quien jugaba. Y eso que todo lo que le podía ir bien le fue. Sobrevivió a una primera parte celestial del Barça sostenido en las manos y en los pies de Keylor Navas, capaz de parar un penalti a Messi. Pero también resistió porque Lenglet hizo de Lenglet. Cometió una torpeza intolerable en cualquier partido. Y si es de Champions más aún. Hasta 16 remates firmó el atrevido equipo de Koeman, capaz de levantarse en el escenario más delicado con ese cruel 1-4 que traía del Camp Nou.

El post partido del PSG - FCB: el Barça se honra a sí mismo

El post partido del PSG - FCB: el Barça se honra a sí mismo. /

Pero exhibió la rebeldía que se le exigía. Valiente como es siempre Koeman. Ya desde la pizarra. Retrasó a De Jong al eje de la defensa, escoltado por Mingueza y Lenglet, situó a Griezmann a la espalda de Dembélé, un rayo. Rápido, centelleante, profundo, intimidatorio cada vez que atacaba la espalda de la sorprendida y miedosa defensa del Paris SG. Luego, en cambio, se convertía Ousmane en un caritativo delantero, que no ponía a prueba a Keylor Navas, despertado de golpe por el zurdazo imponente de Messi. Todo lo que no sabía rematar Dembélé quedó resumido en ese furioso disparo de Leo que estremeció hasta la Torre Eiffel.

Buena reacción

Al penalti de Lenglet, que hubiera acabado con un equipo débil de espíritu, reaccionó gobernando la pelota. Cada balón era un asunto de vida o muerte. Y el Barça, orgulloso como era, decidió no claudicar, como demostró Koeman, que intervino antes incluso de terminar la primera mitad cuando retiró a Migueza, amenazado por una amarilla y dos errores consecutivos, para situar a un zurdo (Junior Firpo) en el flanco derecho con un desafío descomunal: detener al ‘bufalo’ Mbappé.

La lista de oportunidades perdidas por los azulgranas aumentaba a cada minuto que pasaba. Messi no llega por un milímetro, otro insípido disparo de Dembélé, letal en el desmarque, inofensivo y con la puntería ubicada en el Arco del Triunfo parisino. A esa exhibición de la primera mitad le castigó mucho más el penalti fallado por Messi que el rubricado, una semana más, por Lenglet. Hay daños morales que torturan más incluso que los futbolísticos. Corrigió Pochettino esa sangría que había sufrido en la primera mitad. Echó un poco más atrás a su equipo hacia la casa de Kelyor Navas, el héroe parisino. Pero ya no sufría la tormenta (empezó la noche con lluvia y viento racheado) que le había llevado al límite.

Sin recompensa

Vivía más tranquilo el PSG, con un Barça menos preciso, más cansado y, sobre todo, sin pisar con tanta frecuencia el área francesa. Aún así, Keylor Navas volvió a resultar decisivo con una soberbia parada a un cabezazo de Busquets. Y el equipo de Koeman se superó empujando a través, de nuevo, de la presión. Los centros envenenados de Jordi Alba que no hallaban rematador. Los pases de Messi que se enredaban entre la nube de piernas del PSG. El atrevimiento de Trincao que no tenía recompensa.

Así, poco a poco, se iba apagando el Barcelona, que tuvo su momento para conectarse a la remontada cuando Messi disfrutó del penalti en el tiempo añadido de la primera mitad. Ahí terminó todo. Por mucho que se rebelara el ya agotado equipo de Koeman, que se marchó de Europa con la dignidad que no tuvo ante el Roma, Liverpool o Bayern Múnich. De nada sirve ese consuelo, aunque en tiempos de depresión, viniendo de donde venía el Barça, con aquel dramático 2-8 de Lisboa, regresa a casa sin nada que reprocharse. O sí, la sucesión de errores que regaló hace tres semanas en el Camp Nou. Allí estuvo su verdadera condena.  

FICHA TÉCNICA:

Paris SG: Keylor Navas (9), Florenzi (7), Marquinhos (8), Kimpembe (5), Kurzawa(4), Gueye (4), Paredes (4), Verratti (5), Draxler (4), Mbappé (6) e Icardi (4).

Entrenador: Mauricio Pochettino (4)

Cambios: Diallo (5) por Kurzawa (m. 46), Di Maria (4) por Draxler (m. 59); Danilo (5) por Gueye (m. 59); Dagba (s.c.) por Florenzi (76); Rafinha (s.c) por Verratti (m. 84) 

Barça: Ter Stegen (5), Mingueza (5), De Jong (7), Lenglet (4), Dest (6), Busquets (7), Alba (7), Pedri (7), Dembélé (6), Messi (6) y Griezmann (5).

Entrenador: Ronald Koeman (6) 

Cambios: Junior (6) por Mingueza (m. 36); Trincao (6) por Dest (m.65); Braithwaite (s.c.) por Dembélé (m. 78), Pjanic (s.c.) por Pedri (m. 78); Ilaix Moriba (s.c. por Busquets (m. 79). 

Goles: 1-0, Mbappé (penalti);1-1, Messi (m. 37)

Árbitro: Taylor (5), inglés

Tarjetas amarillas: Kimpembe (m. 8), Mingueza (m.25), Lenglet (m. 29), De Jong(m. 39), Paredes (m. 50), Gueye (m. 50)

Estadio: Parque de los Príncipes

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