Lucha heroica en vano del Leganés ante el Madrid

Con el título liguero del Madrid ya celebrado, el que se la jugaba era un Leganés que, ya había completado una heroicidad al llegar con vida a la última jornada, y estiró su pelea hasta el descuento, pero se quedó a un gol de la salvación.

El Madrid cumplió con la profesionalidad justa como para castigar los errores del rival. Fue suficiente para ponerse dos veces por delante, pero no completar el pleno de once victorias después del confinamiento, que se quedó en diez.

El Leganés hizo saltar por los aires su plan conservador inicial cuando le regaló un cabezazo a placer a Ramos y, después de dominar convencidos de que tenían que morir con las botas puestas y empatar antes del descanso, el segundo regalo al Madrid fue demasiado pese al empate y a la ofensiva masiva final.

Primer gol de Ramos

Aunque Zidane hizo rotaciones, la alineación del Madrid sonaba a muy competitiva aún con la motivación justa, con Ramos, Casemiro y Benzema. Al inicio, los blancos aprovecharon un fallo indecoroso en el marcaje sobre Ramos en el centro de una falta lateral para marcar el primer gol, el undécimo del capitán blanco en la Liga. 

No lo quedó otra al Leganés que adelantar líneas en la presión y buscar el ataque. Lo hizo cada vez con más asiduidad y con criterio, apoyado en la verticalidad de un eléctrico Bryan Gil que superó con regularidad al lateral madridista Lucas Vázquez e hizo el gol del empate entre un dominio intermitente de su equipo que llegó a incomodar a un Madrid al trote. Un cambio de orientación medido de Rosales, un centro al primer palo de Jonathan Silva y, casi sin ángulo, un remate y el gol de Bryan Gil. 

Segundo regalo

Tras el descanso, el Madrid volvió a empezar mejor y, como en el primer tiempo, castigó el error local con un gol. Una pérdida en la salida del Leganés precedió un pase profundo de Isco para un Asensio que definió con solvencia ante Cuéllar. 

Con la cabeza puesta en Manchester, el 7 de agosto, y en la remontada que tiene que acometer para seguir vivo en Champions, Zidane quitó a la hora a Casemiro y Benzema (Ramos se había quedado en el vestuario al descanso). El equipo atacó con la alegría de Brahim, pero defendía con la mirada a un Leganés que volvió a dominar hasta merecer un empate que consiguió con un remate de Assalé a centro de Silva.  

El joven Avilés, recién entrado del banquillo, dispuso de dos balones para la salvación momentánea del Leganés, que protagonizó casi un monólogo final en el área de Areola. El desenlace fue dramático por los de Aguirre, al borde de la extenuación, con un ataque masivo y atropellado, entre protestas y jadeos, en busca de un gol que no llegó.