Osasuna-Real Madrid (1-4)

Osasuna solo incomoda al Madrid un rato

Los de Zidane logran un goleada exagerada mientras Ramos dribla al árbitro y al VAR

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Alejandro García

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El más que meritorio inicio de Osasuna, con la recompensa del gol, quedó neutralizado con dos zarpazos de los de Zidane antes del descanso y, pese al empeño y los méritos de los de Arrasate, el Madrid aguantó y terminó sentenciando para salvar un partido duro, áspero y disputado y seguir líder de La Liga. 

La goleada excesiva ocultó la descarada falta de Ramos sobre el tobillo de Rubén García, un dribling al árbitro y al VAR. Tan indigno el capitán blanco como los hinchas que le gritaron «muérete».

Aunque el revolcón que le dio en Copa la Real Sociedad a los de Zidane todavía estaba fresca en la mente del madridismo, el equipo eligió el peor escenario de la liga para salir titubeante, a verlas venir. La intensidad inicial de Osasuna hizo tambalearse la solidez del Madrid a base de pérdidas constantes del centro del campo, sin Kroos, pero con los habituales Valverde y Casemiro, además de Modric

Ante la baja de Chimmy Ávila, Arrasate no colocó una referencia ofensiva para fijar a la defensa blanca, pero entre Rubén García, la proyección de los laterales y el criterio generalizado en la combinación, consiguió generar ocasiones con fluidez hasta dominar el partido. Sergio Ramos rozó la expulsión con una entrada sobre Rubén García y la lesión de Moncayola trastocó los planes de presión intensa de Arrasate, pero tanto empujó Osasuna que, antes del cuarto de hora, encontró el premio del gol gracias a un meritorio cabezazo de Unai García a la salida de un córner.  

Reacción tras el gol

El gol de Osasuna fue al Madrid lo que un cubo de agua en la cara para un soñoliento parroquiano coqueteando con la siesta. Los de Zidane empezaron a competir al ritmo que el partido requería y el equipo ganó posesión y presencia en campo rival, aunque crear peligro con fluidez ya era harina de otro costal.

Osasuna se adaptó con naturalidad al nuevo escenario de partido, encimó a cada jugador blanco en busca de una transición rápida. Mientras, el Madrid llegó al área rival sin claridad y sin acierto en el remate, pero Isco empató tras rematar de media volea un balón que salió rechazado tras un intento de remate de Bale, al que Zidane le dio la alternativa y terminó casi inédito. 

A los de Zidane les dio el impulso para seguir atacando y, en su saque de esquina, Sergio Ramos remató en la segunda jugada para adelantar a su equipo sin demasiado merecimiento. 

Minutos de resistencia

Tras el descanso llegaron los mejores minutos de los de Zidane: consiguieron generar espacios y llegar con claridad, aunque sus tentativas estuvieron salpicadas por arreones de un Osasuna que estaba muy lejos de dejar ir el partido sin batallar. Entró Enric Gallego y los de Arrasate retomaron el mando del partido, con el Madrid deliberadamente dispuesto para correr a la espalda de la defensa pamplonica. 

Los locales atacaron hasta merecer el empate, con el centro del campo de Zidane sometido al entusiasmo de Osasuna. El Madrid no tuvo en el tramo final el control de partido, pero las ocasiones claras ante Courtois fueron una situación excepcional en el partido, mientras que los contragolpes del Madrid eran cada vez más claros y, en un momento de lucidez, Benzema asistió a Lucas Vázquez para sentenciar el partido. Ya en el descuento, Jovic enganchó un remate impecable para hacer el cuarto, aunque estaba solo en el punto de penalti, y convertir el resultado en claramente exagerado.

Ficha del partido:

OSASUNA             1