Adri Pedrosa: "Si te centras en las redes te acaban hundiendo"

Cuando Adri Pedrosa entra en acción por la banda izquierda la grada de Cornellà se prepara para vivir emociones fuertes. El carrilero zurdo del Espanyol, de 21 años, es uno de los canteranos más queridos por la afición desde su estreno en Primera del curso pasado. Todo ha ido muy rápido en los últimos meses para el rayo de la Liga. No es una opinión. El jugador de Castelldefels tiene el pico de velocidad más alto del campeonato con 35,11 kilómetros por hora en un esprint, por delante de balas como Iñaki Williams o Gareth Bale. Más relajado y reflexivo, conversa con EL PERIÓDICO sobre el camino recorrido y sus retos de futuro.

-¿Cómo ha vivido el vestuario el cambio de Machín por Gallego? El equipo, al fin y al cabo, es el mismo. Solo cambia el entrenador, pero notas a la gente mucho más intensa, con más ritmo. Se suele decir que se juega como se entrena. Las cosas saldrán bien. Vamos a mejorar seguro. Contra el Villarreal perdimos, pero desde el inicio los tuvimos embotellados, ganamos las segundas jugadas... Es cierto que estamos en una dinámica negativa en la Liga, pero llegarán los goles y el cambio

"Llevo el apellido materno por mi tío. Él me inició en esto. Con 3 años ya pegaba buenos zurdazos en la piscina de su casa de Casteldefels. Mis padres solo me dicen que disfrute"

-Usted fue uno de los jugadores que más celebró la séptima plaza lograda en la última jornada contra la Real Sociedad. ¿Le motiva especialmente la Europa League? Sí, son torneos que antes veías por la tele. A mis compañeros les suelo decir que el símbolo que llevamos en la camiseta que pone 'respect' solo lo tienes cuando juegas en Europa. A mí eso me ilusiona y me enorgullece. El ambiente de aquel último encuentro nunca lo olvidaré. El recibimiento con bengalas, la victoria, la invasión final... Fue un bonito final para un gran año.

-Su nombre completo es Adrià Giner Pedrosa, pero luce el apellido materno en su camiseta por su tío. ¿Qué significa para usted? Es una especie de homenaje. Mi tío me inició en el fútbol. Yo era muy pequeño y estaba jugando en la piscina de su casa en Castelldefels. Él cuenta que con 3 años yo ya pegaba buenos zurdazos y colaba la pelota en todas partes. Me apuntó al Castelldefels con 4 y vine al Espanyol a probar en alevines por un conocido de mi tío. No me cogieron. Me dijeron que fuera a equipos de mayor categoría y me seguerían viendo. Estuve cinco años en el Gavà y luego volví al Espanyol para quedarme definitivamente.

"Me rayé por dentro con el lío de la camiseta de Messi. Hubo muchos insultos y salió por todos lados. Pido perdón de corazón a los pericos, pero creo que no hice nada malo"

-Siempre ha jugado contra rivales de más edad y envergadura. Sí, recuerdo que era muy pequeñito y me iba de todos por velocidad, aunque de infantiles a cadetes noté mucho la diferencia física. Había tíos que me sacaban dos cabezas, pero al fútbol se juega con los pies. En Gavà aprendí mucho y competí en categorías altas. Eso sí, cuando jugabas ante  Barça o Espanyol siempre caían goleadas. En mis inicios pericos estaba muy nervioso. Recuerdo que hasta llegué tarde el primer día por un atasco en la ronda. Pero en el juvenil B lo jugué todo con Robert Cuesta. Me dio confianza y aquí estoy.

-¿Destacaría algún entrenador como figura clave en su carrera? Diría a David Gallego. Aprendí muchísimo de él. Tácticamente me enseñó mucho. Yo venía de mi pueblo, donde jugaba para pasarlo bien. Me sabe mal cómo ha acabado aquí. En junio todos lo veían como el mejor entrenador y ahora está fuera. En el fútbol solo se ven los resultados. De un día para otro cambia todo.

-Es su segundo año en Primera y ya ha visto tres entrenadores. ¿Le sorprendió el adiós de Rubi? Totalmente. Estaba de vacaciones en Ibiza con algunos compañeros y flipamos todos. Personalmente nadie me dijo que se iba. Me enteré por las redes sociales y otros mensajes. Pensaba que seguiría al frente de un gran proyecto. Son cosas difíciles de entender, pero suceden. El fútbol.

"El fútbol mueve a mucha gente y todo el mundo habla por hablar. Solo tienes que escuchar a tus compañeros, al entrenador. Lo de fuera está ahí para dar espectáculo" 

-¿Cómo lleva esta progresión tan meteórica en su carrera? ¿Le ha cambiado mucho la vida? Intento llevarlo con normalidad. Al fin y al cabo se trata de seguir jugando lo mejor posible. Es verdad que el fútbol mueve a mucha gente, hay muchas opiniones. No hay que hacer caso a las redes sociales. Si te centras en ellas te acaban hundiendo. Todo el mundo habla por hablar. Solo tienes que escuchar a tus compañeros, al entrenador, a los que juegan. Lo de fuera está ahí para dar espectáculo. Es cierto que tampoco estamos en el Barcelona, donde sus jugadores están más expuestos. Igual van de vacaciones y acaban acribillados a fotos. Yo lo llevo con calma. En mi pueblo a veces me paran y me gusta atenderlos con simpatía. Más que el fútbol lo que puede cambiar a la persona es el dinero. Si tienes más dinero tienes más posibilidades de todo.

-El año pasado lo pasó mal por pedir la camiseta de Messi. ¿Qué aprendió de aquel episodio? Al principio estuve muy jodido. Era la primera vez que me pasaba algo así. El problema es que fue contra el Barça y con Messi. Contra otro equipo no habría pasado nada. Hubo muchos insultos y salió por todos lados. Me rayé bastante por dentro. Por suerte, en un par de días se calmó un poco el ambiente. Fue todo por culpa de las redes sociales. Por una foto. Entiendo perfectamente que a los pericos les pudiera sentar mal y les pido perdón de corazón, pero creo que no hice nada malo.

-Además de su tío, ¿su familia es muy futbolera? No, solo mi tío. Mis padres no tienen ni idea y casi lo agradezco. Tengo solo 21 años, pero he visto de todo. En muchas ocasiones los que estropean a los hijos son los padres. Intentan inculcarles cosas que no son adecuadas. Yo no he vivido eso. Siempre me han dicho que disfrute, que me lo pase bien y que si algún día esto se acaba y no me divierto lo deje. Mi tío, en cambio, es un sufridor. Él era muy bueno. De pequeño lo quiso, incluso, el Barça. Lo que él no consiguió lo he logrado yo. Llegar a la élite. Es el primero que me apoya, viene a todos los partidos y me llama. Incluso corría por la banda con el powerade en la mano cuando me veía entrenar en el Espanyol y acababa exhausto.

"Me gustan los coches y estudié un grado en Mecánica. También soy un 'friki' de los videojuegos, pero lo primero es trabajar a tope. Practico el entrenamiento invisible en casa. Si no te cuidas te comen"

-Tengo entendido que de pequeño tuvo algún problema de salud por su carácter nervioso. Es cierto. Tenía una especie de apendicitis que me aparecía de vez en cuando y de repente se me pasaba. Me ocurrió con 10 años o así. Estuve a punto de entrar en quirófano alguna vez y al final remitía. Era más por el estrés que me provocaba yo que por alguna enfermedad. Me ocurrió una vez al mes durante un año, pero los médicos no encontraban la causa. Una vez me dio un dolor fuerte y me operaron finalmente de apendicitis. Fue una intervención algo complicada porque el tema estaba muy escondido. Lo pasaba fatal. Después de la intervención mejoré mucho pero aún sufro alguna molestia tras los partidos. 

-¿Qué aficiones tiene? Me gustan mucho los coches y estudié un Grado en Mecánica que estoy a punto de acabar. Luego también soy un poco 'friki'. Me encantan los videojuegos, paso bastante tiempo con ellos. Ahora está de moda el Fortnite y siempre fui del Call of Duty, el FIFA... Pero ahora estamos en el mundo profesional y eso es lo primero. Lo tengo muy claro. Entrenar a tope y cuidarse en casa. O pones eso por delante o te comen.

-¿Tiene algún plan especial para mejorar su preparación física? Practico lo que se llama el entrenamiento invisible. En casa tengo unas máquinas de presoterapia para recuperar bien, mejorar la circulación de las piernas... Me cuido mucho. Estamos en una temporada llena de partidos. Liga, Europa League, la sub-21… Es básico cuidarse bien y prevenir lesiones. En mi caso, la velocidad es mi gran cualidad. Por eso, aunque empecé jugando de extremo o de interior, prefiero hacerlo de lateral, con campo por delante. Cuando más sorprendo es llegando desde atrás.

"Tengo el récord de velocidad de la Liga con un tope de 35,11 km/h. Usain Bolt llegó a los 45 en los 100 metros. Es una barbaridad. Era un avión pero, claro, mide casi dos metros"

¿Ha calculado en cuánto tiempo recorre los 100 metros? No, eso no lo he medido nunca, pero sí me han pasado datos oficiales de mi pico de velocidad. Ahora mismo tengo el récord de la Liga con un tope de 35,11 kilómetros por hora. Son datos que miden la velocidad máxima del futbolista en un esprint. La temporada pasada, en aquella carrera contra el Atlético de más de 87 metros, alcancé un pico de 34,7 km/h, pero con balón por delante. En ese gol acabé muerto, no me podía ni mover. Miré por curiosidad el tope que se alcanza en una carrera de 100 metros y Usain Bolt llegó a los 45 km/h. Quizá parece poco esa diferencia de 10, pero es una barbaridad. Usain era un avión aunque, claro, mide casi dos metros.

-¿Cuál es el adversario al que más le ha costado defender? Te diría dos: Chukwueze y Messi. El extremo del Villarreal es un diablo, sabes que siempre se va hacia adentro pero cuesta mucho quitarle el balón. Y de Messi, ¿qué vas a descubrir? No dice nada sobre el campo, está siempre calladito, pero con el cuerpo ya es capaz de dejarte sentado. No necesita regates espectaculares. Es el que causa más respeto. 

"Es un sueño vivir los Juegos Olímpicos en Japón. Disfrutar de esa experiencia tiene que ser algo muy grande. Imagínate ganarlos. Ya no entraría ni por casa"

-Este mes ha debutado precisamente con la sub-21 y el próximo verano hay Juegos Olímpicos. ¿Le hace especial ilusión esa cita con deportistas como Nadal, Gasol, Federer o Lebron James? Uff, eso es un sueño. Ojalá pueda vivirlo. Si no los vivo ahora, creo que ya no podré hacerlo. Escuchar el himno de España con deportistas de tanto renombre debe ser algo fantástico. Disfrutar de la experiencia de unos JJOO en Japón tiene que ser algo muy grande. Imagínate ganarlos. Ya no entraría ni por casa.