CITA CALIENTE EN QATAR

El Mundial de Doha pone a prueba la resiliencia del atletismo

Las altas temperaturas y las medidas contra el dopaje marcan la gran cita en la capital de Qatar

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zentauroepp50066802 deportes190926223155 / AFP / GIUSEPPE CACACE

Gerardo Prieto

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Doha, la tórrida capital de Qatar, acoge las pruebas del Mundial de atletismo al aire libre (y acondicionado) y la guerra fría contra el dopaje 'a la soviética' se calienta. La Federación Internacional ha prolongado el veto a la federación rusa y potencia su 'task force' contra el peor enemigo para la credibilidad de este deporte. Hay más novedades: un relevo mixto de 4x400 y otra cara para el centenario acrónimo de la IAAF (International Amateur Athletic Federation), que mutará a un escueto 'World Athletics' con otro grafismo. Todo ello parece indicar que este deporte intenta resistir renovándose. “Un logo más llamativo y acorde con la actualidad, más atractivo para los jóvenes”, afirma Sebastian Coe, el presidente del atletismo, protagonista en la parrilla internacional al menos nueve días al año, lo que dura un Mundial.  

La élite se cita en el recalentado golfo Pérsico (del 27 septiembre al 6 de octubre), en un encuentro  global entre los mejores cuerpos del planeta: casi 2.000 atletas (1.039 hombres y 889 mujeres) de 208 países. Con una reina madre, la velocista estadounidense de 33 años Allyson Felix, el atleta más laureado en mundiales (11 títulos, tres platas y dos bronces); y un histórico, el marchador español de ¡49 años!  Jesús Ángel García Bragado, campeón del mundo de 50 kilómetros en 1993, con 12 mundiales en sus piernas más uno a disputar en Doha. 

Felix  denunció  a su patrocinador cuando éste amagó con sisarle por estar embarazada de Camryn, y se ha hecho muy popular entre las activistas por la igualdad de derechos en el deporte.  Camryn apenas cumplirá un año en noviembre y su mamá ya está en forma y con apetito de reivindicar su maternidad, aunque sea en el relevo. Chuso García Bragado completará medio siglo de vida en octubre como  caballero andante,  emulando al Cela  de "el que resiste gana". El récord de veteranía en este mundial ya es suyo.

Mano dura

Coe,  campeón olímpico en Moscú hace casi 40 años, parece seguir la línea dura que abrió  Samaranch al  expulsar a Ben Johnson de los Juegos de Seúl 1988. Su mensaje antidopaje suena rotundo, aunque la guerra parezca interminable, como en la series. En todo caso, si hacemos un repaso al 2019, la figura atlética que más interés - o morbo-  ha despertado esta temporada es la hiperandrogénica Caster Semenya.  Su caso  reduce al absurdo las normas federativas derivadas de la simplificación cultural del sexo  en dos géneros, olvidando a los individuos intersexuales.

La corredora surafricana no podrá competir en Doha por su alto nivel de testosterona. La Federación Internacional solo admite su participación si reduce, medicación de por medio, su nivel hormonal. Lo cual, obviamente, afectaría a su rendimiento y  a la larga a su salud. Parece probado que Semenya tiene una ventaja competitiva con respecto a las mediofondistas con valores de testosterona habituales en mujeres. La doble campeona olímpica en la doble vuelta a la pista, junto con su equipo médico/jurídico, recurrieron alegando ante el CAS (tribunal deportivo) que esa es su naturaleza y que debería predominar el derecho a competir sin medicarse. No prosperó, no podrá se campeona mundial por cuarta vez.

Un escocés con hielo

Sede del Mundial de Fútbol 2022, el estadio Khalifa presume de tener uno de los sistemas de aire acondicionad más sostenibles del planeta. Fuera, un pequeño infierno de calor y humedad espera a los maratonianos y marchadores. La selección española estuvo el pasado mes de agosto entrenando en Doha y apuntaron por unanimidad que no será fácil competir en esas condiciones. Programar los maratones y la marcha a medianoche ayuda pero no parece que vaya a ser suficiente. La situación será parecida en Tokio, durante los Juegos del 2020, con salidas previstas para las 6 de la mañana. Nadie quiere revivir las imágenes del escocés Callum Hawkins, colapsado y evacuado en ambulancia durante el maratón de los Commowealth Games en el Gold Coast australiano en 2018.

Otro escocés parece tener la solución, o al menos, un chivato que anticipe situaciones indeseadas. El doctor Yanis Pitsiladis ha desarrollado una pastilla con un chip que velará desde dentro por el control térmico de los atletas en la capital de Qatar y, presumiblemente,  en Japón en el 2020. De ingestión voluntaria, el chip podrá monitorizar y avisará a los sanitarios  de cualquier subida anormal de la temperatura de un atleta en competición. La píldora pesa menos de dos gramos, es biodegradable y transmite los datos en tiempo real al reloj del atleta por bluetooth, y de ahí al servidor de internet. "Las federaciones deportivas solo usan un índice ambiental para determinar el riesgo de golpe de calor, con esta tecnología podremos utilizar la respuesta termorreguladora adecuada para proteger la salud de cada uno de los atletas”, apunta el fisiólogo escocés, actualmente monitorizando ensayos en Doha para contrastarlos con los datos ambientales.

Si el chip puede controlar la temperatura, también podrá controlar otros parámetros en el futuro inmediato,  suponen con lógica los guardianes de la privacidad en la era del algoritmo acosador. Una encuesta online revela que ya hay división de opiniones al respecto. Pitsiladis tiene fama de aventurero y seguramente solo le interesa avanzar en el desarrollo de su invento. Fue el primer promotor del desafío de las 'sub dos horas' en maratón, materializado posteriormente en el  Breaking2 del 2017 y ahora en el INEOS 1:59 Challenge el próximo 12 de octubre en Viena, con Eliud Kipchoge como protagonista.