Las mujeres toman Augusta

La valenciana Marta Pérez y la guipuzcoana Ainhoa Olarra han sido protagonistas este sábado de una primicia histórica en el mundo del golf. Ellas dos han estado entre las 30 jugadoras amateurs que han tenido la ocasión de jugar el primer torneo oficial en el Augusta National, el elitista campo del estado de Georgia (EEUU) que acoge cada año el Masters masculino (el primer grande de la temporada) y que es la joya de un club fundado en 1933 y que se ha distinguido siempre por rechazar a las mujeres en su seno.

De hecho, no fue hasta el año 2012 cuando entraron las dos primeras socias en el club, la exsecretaria de Estado Condoleeza Rice y la financiera Darla Moore. Ellas fueron las primeras con derecho a enfundarse la famosa chaqueta verde, privilegio que únicamente tienen los miembros del club y los ganadores del Masters. Actualmente hay algunas integrantes femeninas más en la membresía, entre ellas la española Ana Patricia Botín.

La última vuelta del Augusta National Women's Amateur (ANWA) ha sido, este sábado, la primera ocasión en que golfistas mujeres han podido disfrutar del mítico recorrido de las magnolias y las azaleas, una semana antes del torneo masculino. Las dos primeras rondas de este nuevo torneo, miércoles y jueves, se disputaron en el campo Champions Retreat, en la vecina localidad de Evans, y solo las 30 mejores clasificadas pudieron acceder al Augusta National.

Pérez, con su padre, su cadi de siempre

Marta Pérez decidió, en este día histórico, que su padre, José, le llevara la bolsa, como siempre, y renunció a los servicios de un cadi del club, que conocen mejor todos los rincones del campo y los secretos mejor guardados de cada green. "Creo que también es especial para él estar aquí conmigo porque vamos a recordar este momento para siempre", aseguró la jugadora española, a quien su padre entrena desde los ocho años. "Quizá no pueda leer tan bien los greens como un cadi local, pero me puede leer mucho mejor a mí porque me conoce mejor que nadie", aseguró Marta Pérez.

En su histórica apertura a las mujeres, en club más selecto de Augusta -pero también el más discriminatorio- desplegó toda la pompa, las ceremonias y la tradición que le distinguen. Cuatro campeonas histórica realizaron el saque de honor (la mexicana Lorena Ochoa, la sueca Anika Sorenstam, la sucoreana Se Ri Pak y la estadounidense Nancy López). La única diferencia con los hombres es que la campeona no se enfundará la chaqueta verde.