DE MAL EN PEOR

Un Reus en descomposición se queda con solo 5 jugadores

Los nuevos compradores del club ya no tienen futbolistas profesionales para afrontar un supuesto final de Liga y el cierre definitivo ya está muy cerca

Un entrenamiento del Reus Deportiu.

Un entrenamiento del Reus Deportiu. / periodico

Joan Vidal

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Llegó tarde el intento de salvar al Reus Deportiu. La ambición de los compradores no ha servido para convencer a una plantilla cansada de falsas promesas. Los jugadores han empezado a abandonar la disciplina reusense acogiéndose al pacto que hicieron con Joan Oliver antes que este vendiera su accionariado a los americanos. Una hoja firmada en la que se establecía la opción que si los jugadores no cobraban antes del miércoles a las 23.59 horas o el club no se vendía antes del lunes a la medianoche, estos podrían rescindir su contrato con el club rojinegro. La primera variable no se cumplió.

Miguel LinaresBorja Herrera y Mario Ortiz decidieron el jueves poner punto y final a su andadura con el equipo del Baix Camp. Horas más tarde fueron Gus LedesJuan Domínguez, Alejandro Catena y Ángel Bastos. Mientras los abogados daban 100% de credibilidad al pacto con Oliver, convenciendo a sus representados que hacían lo correcto abandonando el Municipal, desde el club se busca aún un vacío legal en el documento para impedir la salida de los efectivos. Actualmente el equipo lo conforman cinco jugadores con ficha. Una situación insostenible que dará un último empujón a LaLiga y al juez de disciplina social para expulsar y suspender durante cinco años a la entidad afincada en la calle Recasens y Mercader, además de aplicarle una multa de 250.000 euros. De nada servirá ya el intento a la desesperada de Russel Platt y Clifton Onolfo, en representación de la empresa US Real State Investiment, de liquidar la deuda e intentar un proyecto ambicioso en un club con una masa social discreta. La estancia de los empresarios en la capital del Baix Camp será corta y su firma delante de notario de compra del club será en vano.

109 años de historia

Ya no hará falta que el Consejo Superior de Deportes de el visto bueno al cambio de propietarios y tampoco hará falta convencer a Javier Tebas, máximo dirigente de LaLiga, que el Reus puede seguir compitiendo. El fallo del expediente, por impagos, está al caer y la entidad ya no entrena con normalidad ni puede disputar partidos el fin de semana. Vuelve la oscuridad de un club que puede cerrar en breve 109 años de historia. Los jugadores cobrarán seguro, para esto tienen un fondo depositado en LaLiga para asegurar sus honorarios, pero se verá que pasa con los trabajadores, el staff técnico y los proveedores.