CRISIS EN SEGUNDA A

El Reus se queda con solo 13 jugadores y su desaparición está más cerca

Joan Oliver, máximo accionista, no logra el inversor extranjero prometido y no hace efectivo el pago de las mensualidades atrasadas a cinco futbolistas

Joan Oliver, máximo accionista del Reus Deportiu.

Joan Oliver, máximo accionista del Reus Deportiu. / periodico

Joan Vidal

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La tragedia del Reus ya es una realidad. Joan Oliver, máximo accionista de la entidad, no ha hecho efectivo el pago de las tres mensualidades no abonadas a cinco futbolistas que habían denunciado al club, por el procedimiento abreviado que contempla el convenio colectivo entre la AFE y LaLiga, y son actualmente agentes libres con capacidad de firmar por cualquier conjunto que precise de sus servicios. 

Jesús Olmo, con graves problemas en su vida privada, ha iniciado este viernes el trámite de la denuncia y si no recibe el dinero antes del 8 de enero emprenderá el mismo camino que sus compañeros.  Así se ha comunicado desde la comisión mixta de ambas instituciones que se ha reunido este viernes para debatir sobre la actualidad del conjunto catalán. 

Difícil situación para una entidad que en estos momentos tan sólo tiene en sus filas a 13 jugadores. Once de ellos sí que recibieron el pago atrasado. Ahora acumula una deuda declarada de cinco millones de euros. Incluso David Querol, el único que pese a no cobrar había preferido no denunciar a la entidad rojinegra, ha acabado esta misma tarde tramitando la misma. 

Promesas rotas

Las promesas de Joan Oliver han caído en saco roto y no se ha materializado la venta del club reusense a un grupo inversor del que se desconocía el nombre y la procedencia. Promesas falsas y engaños múltiples a un club que tampoco ha realizado el pago al cuerpo técnico, personal administrativo, ni coordinadores y entrenadores del fútbol base. Los jugadores no tienen noticias del Consejo de Administración y la actual plantilla, compuesta por 13 miembros del primer equipo, podría negarse a viajar a Málaga para disputar el día 6 de enero el partido correspondiente a la penúltima jornada de la primera vuelta de la Liga123. 

Destacar que Karim Yoda, actualmente al día de pagos, no tiene ficha efectiva, y de ninguna de las maneras puede disputar encuentros con el equipo del Baix Camp. Fran Carbia, Edgar Badía y Vítor Silva, núcleo duro de la plantilla y héroes del ascenso al fútbol profesional por primera vez en la historia del Reus Deportiu, han dejado de ser desde esta mañana jugadores del conjunto rojinegro. El club ha perdido a sus buques insignias y cuesta, a estas alturas, encontrar a alguien capaz de liderar a la plantilla. Shaq Moore y Mikel Villanueva, profesionales que llegaron cedidos hasta final de temporada, también vuelven a sus respectivos conjuntos dejando al Reus huérfano de su talento.

La petición desesperada de una prórroga para realizar el abono de las nóminas por parte de la zona noble del club reusense, ha sido rechazada por la AFE y LaLiga. No hay vuelta atrás a una decisión que dejará desvirtuada la competición. 

Máxima expectación para la rueda de prensa convocada para este sábado por un Joan Oliver que deberá dar muchas explicaciones. Los jugadores que han abandonado el club esperan pacientes las palabras del consejero delegado para aportar su réplica y su visión de lo sucedido. Nadie sabe a estas alturas qué pasará con el resto de la plantilla, de momento el conjunto rojinegro no entrenará este sábado, tal y como estaba previsto, y se desconoce cuándo será el retorno.

Sin capitán, presidente ni segundo entrenador

Incógnitas y dudas que inundan a un conjunto que está al borde del abismo en forma de desaparición. El descenso administrativo, a final de temporada, parece que es inevitable, pero nadie descarta que todo termine en los próximos días. Escenario desolador que tan solo puede variar si realmente un grupo inversor entra aportando más de tres millones de euros, mínimo exigible para la ampliación de capital, resolviendo los contratos de todos los afectados, aunque sin posibilidad de recuperar a los jugadores libres, y pagando la deuda a Tito Ortiz, jugador que ya no forma parte de la disciplina reusense pero que es la llave para desbloquear la opción de acudir al mercado de invierno para repoblar la plantilla.

Sin capitán (la plantilla decidió en forma de protesta quitar la figura de líder del vestuario), sin presidente (Xavier Llastarri abandonó el barco aludiendo a amenazas, insultos y ataques a su domicilio) y sin segundo entrenador (Abel Mourelo ha fichado por el Tokoshima Vortis de la segunad división japonesa).  Panorama dantesco para terminar el 2018.