Enorme victoria del Girona en Mestalla

Un recital de paradas de Bounou y un gol de oportunismo de Pere Pons obraron el milagro en Mestalla el día que nadie daba un solo euro por el Girona, con la baja de siete titulares, un once de circunstancias y cuatro jugadores del Peralada, el filial, en el banquillo. Los jugadores de Eusebio sumaron tres puntazos que les permiten escalar en la zona tranquila de la clasificación al mismo tiempo que hicieron más grande la herida del Valencia, que todavía no ha ganado ante su afición y acabó el partido abucheado.

El Girona inició el encuentro con buen pie y un control de la situación hasta cierto punto sorprendente teniendo en cuenta no solamente las bajas con las que Eusebio debió afrontar el partido, si no que Marcelino intentó darle de entrada una vuelta de tuerca poniendo más pólvora de la habitual, empezando por la situación de Wass en el lateral derecho. El técnico del Girona dejó la inspiración ofensiva en los pies de Doumbia, Patrick Roberts y Borja García, más activos en la primera media hora de partido que no en el tramo final de la primera mitad en el que el Valencia inclinó claramente el campo hacia la portería de un inspiradísimo Yasinne Bounou.

La gestión del partido

Los catalanes gestionaron muy bien los 30 primeros minutos, con posesiones interesantes y el Valencia muy lejos del área y buscando su sitio en Mestalla. El poco peligro local llegó por las incursiones por la izquierda de Guedes, a quien Porro tuvo problemas para contener. Pese a que Bounou intervino en remates de Coquelin (m. 13) y Santi Mina (m. 21), el Valencia anduvo muy espeso en tres cuartas partes de campo. Sin embargo, en una acción aislada, los jugadores valencianistas consiguieron el 1-0 que el VAR posteriormente invalidó cuando el Girona ya iba a sacar de centro. La asistencia de Gayá, que finalizó en un autogol de Bernardo después de desviar un chut de Kondogbia que se perdía fuera, se había perdido más allá de la línea de fondo sin que nadie en Mestalla (sí en las Rozas) lo hubiese visto.

Lejos de ser un golpe anímico para los locales, el gol anulado los activó y los últimos 15 minutos fueron un monólogo del Valencia. Apareció Bounou por dos veces para salvar el 1-0, sobre todo en un cabezazo de Rodrigo (m. 41) y posteriormente para evitar un remate de Guedes cuando el gol parecía inevitable (m. 43) y que acabó con un remate de Santi Mina en la madera. El descanso fue un gran alivio para el Girona, que acabó con casi los 11 jugadores colgados del travesaño.

El tanto de la victoria

Tras el descanso, el Girona aprovechó la primera ocasión que tuvo y Pere Pons cogió el rechace de Neto tras un disparo de Patrick Roberts para hacer el 0-1. Lo peor de esta gran noticia es que todavía quedaban 42 minutos más la ampliación por delante y que estaba escrito que el partido se le haría muy largo a los de Eusebio. Así fue, pero los rojiblancos supieron sufrir como nunca y encontraron al guardameta Bounou en el jugador clave del partido con invervenciones descomunales.

Eusebio fortificó pronto la defensa con la salida de Alcalá por Doumbia. El Girona cerró filas y el Valencia atacó hasta la desesperación, pero acabó desquiciado con la solvencia defensiva visitante y sobre todo con el meta marroquí que añadió tres manos salvadoras a las dos que ya sacó en la primera parte. La primera, en un disparo a bocajarro de Rodrigo que se quedó solo ante el portero (m. 55). La segunda, en un cabezazo de Santi Mina que Mestalla ya celebraba como el 1-1 (m. 68) y la última en una falta de Guedes que también parecía que se colaba de manera irremediable cuando se cumplía el minuto 3 de la ampliación.