OTRA DEMOSTRACIÓN DE LOS DIABLOS ROJOS

Bélgica queda tercera

El equipo de Robert Martínez vuelve a vencer a Inglaterra y corona la mejor clasificación de su historia

Meunier, felicitado por sus compañeros tras marcar el 1-0 a Inglaterra.

Meunier, felicitado por sus compañeros tras marcar el 1-0 a Inglaterra. / .44308959

Joan Domènech

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La Bélgica de Robert Martínez hizo historia y se clasificó tercera. La mejor generación de su fútbol había quedado cuarta en 1986, y el técnico de Balaguer logró elevar el listón hasta la medalla de bronce que les fue entregada. A costa de Inglaterra, a la que había batido en la fase de grupos (0-1) y a la que volvió a ganar en la despedida. Con mayor amplitud (2-0) y mejor juego.

Bélgica se marchó del Mundial acentuando el gran sabor de boca que ha dejado en un impecable torneo con el único disgusto de la derrota ante Francia en la semifinal. De victoria en victoria ha cabalgado en un mes ejemplar, exhibiendo su dominio de todos los registros del juego. Lo resumió en el epílogo: controló la primera mitad con la posesión del balón y remató al rival al contragolpe en la segunda.

Hazard, otra vez el mejor

Además del juego, Bélgica insertó los dos goles entre los mejores del torneo. Ante la Inglaterra que ha hecho arte del balón parado (la ciencia de la estrategia generó 9 de los 12 tantos, Bélgica opuso la improvisación de la imaginación. Meunier culminó una maravillosa jugada trenzada que partió de Courtois y Hazard anotó el segundo tanto en un contrataque de manual. El capitán fue elegido de nuevo el mejor del partido.

El resultado no fue una consecuencia de la cantidad de ganas de jugar que pudieran tener los perdedores de la semifinal, sino el puro desesquilibrio que dictó la calidad futbolística de los intervinientes. Martínez y Southgate no mintieron: presentaron a los titulares excepto un par de excepciones (Tielemans en un lado, Rose y Dier en el otro).

Tal vez Bélgica tuvo un puntito más de ambición, de motivación, por hollar un nivel inalcanzable desde hace décadas. Lo demostró apropiándose del balón desde el inicio para poder dictar el guion de la ultima obra. Lukaku volvió a decantarse hacia la banda derecha y cedió elcentro a De Bruyne. Fuera del área, Lukaku mostró sus limitaciones. Sus malos controles desbarataron prometedores avances. Meunier compensó esa torpeza con la llegada del gol y una segunda volea a centro de Hazard que mereció mejor premio que el paradón de Pickford.

Southgate  sacó a Lingard y Rashford para espabilar un poco los tres cuartos de campo e Inglaterra logró pisar el territorio enemigo. Alderweireld salvó bajo los palos la mejor ocasión británica, de Rashford, y el progresivo desorden del once de Southgate facilitó las salidas en progresión de los belgas en otra de sus maravillosas virtudes. 

Bélgica, 2 - Inglaterra, 0

<strong>Bélgica: </strong>Courtois (6), Alderweireld (8), Kompany (7), Vertonghen (6); Meunier (8), Tielemans (6), Witsel (5), Chadli (5); Lukaku (5), De Bruyne (7), Hazard (8).