Otro milagro y otro arbitraje salvador para el Madrid que llega a la final de la Champions

Pues sí, el Real Madrid jugará, el próximo 26 de mayo, su 16ª final de la Champions, la antigua Copa de Europa, de las que posee 12 y solo ha sufrido tres derrotas. Y lo hará, cómo no, después de no haberlo merecido ni ante la Juventus, en cuartos de final, ni ante el Bayern de Múnich, este martes, en la vuelta de semifinales.

Y no porque los alemanes fallasen un montón de ocasiones, que sí; tampoco porque su portero Ulreich se metiese o regalase el segundo gol blanco; ni siquiera porque Keylor Navas, al que le buscan sustituto, volviese a ser el héroe; no, no, simplemente porque el que dicen es el mejor árbitro de Europa, el turco Cüneyt Çakir, dejó sin señalar un clarísimo, escandaloso, penalti por manos de Marcelo dentro del área a centro de Kimmich, en el minuto 46 de juego. Esa pena máxima, que hubiese podido significar el 1-2 para los campeones alemanes, acabó siendo decisivo en un partido donde el Bayern fue dueño y señor del balón, del juego, de las ocasiones y merecedor de llegar a la final de Kiev.

El Bayern de Múnich pudo decidir, perfectamente, la eliminatoria en los primeros 45 minutos y también en los siguientes 45 en los que fue dueño y señor, no solo del balón, sino de las oportunidades y las llegadas. La ausencia de Casemiro permitió que Tolisso, Thiago y James Rodríguez metieran balones mortales para Müller y Lewandowski, mientras que el Madrid, con Modric demasiado volcado en la banda derecha para ayudar a Lucas Vázquez en la defensa de Ribéry y Alaba dejó sin juego a los blancos.

Ese primer periodo, que arrancó igual que en el partido de vuelta ante la Juve (gol de Mandzukic, a los dos minutos de juego) con un tanto de Kimmich tras un despeje fallido de Ramos cuando Thiago iba a rematar un centro de Müller desde la derecha, tuvo decenas de oportunidades (al margen del penalti no señalado de Marcelo, en el minuto 46 de juego) protagonizadas por el propio Müller (a centro de Rubéry, en el minuto 20), Kimmich (paradón de Navas, en el minuto 22), cabezazo de Hummels (minuto 23), Müller ¡uyyyy! (minuto 31) tras otro centro de Ribéry, ya ni les cuento, en el minuto 33, cuando primero Lewandowski y, luego, solo, solo, James fallaron, Tolisso provoca otro ¡uyyyy! (minuto 45) y todo se cierra con el penalti de Marcelo.

Y, claro, nada más arrancar el segundo tiempo se cumplió la ley del fútbol de que si fallas, si no marcas, si te equivocas tanto, pierdes. Y así ocurrió, al minuto y medio de juego, cuando Ulreich no supo qué hacer, bueno, sí, resbaló, se tumbó sobre el césped, cuando Tolisso le cedió un balón cómodo y el meta alemán se lo regaló a Benzema, que ya había empatado el partido, a los 11 minutos de juego, de cabeza a centro de Marcelo, pues, en esa segunda oportunidad, tan solo tuvo que empujarla para poner en ventaja al Real Madrid.

Y, siguiendo con las paradojas, del fallo, decisivo, sí, de Ulreich, que sentenció al Bayern, llegó el paradón de Navas a tiro de Alaba (minuto 50), que le volvió a convertir en el salvador, quieran o no despedirlo a final de temporada o buscarle sustituto.

Y, a partir de ese instante, de nuevo, como ocurrió a lo largo de todo el encuentro, el balón, el juego, las oportunidades y los ¡uyyy! fueron todos, todos (a excepción de un remate alto ¡increíble, sí! de CR7 a centro de Marcelo, en el minuto 54), fueron, cómo no, ocasiones de los alemanes.

Empezando por otro paradón de Navas a Hummels (m. 60), siguiendo por el empate de James, en el 63, tras un rechace absurdo en el área pequeña blanca, continuando por otro vuelo de Keylor (m. 74) a tiro de Tolisso, más el tapón que Varane, tirándose al suelo, le hizo a otro gol casi cantado de James Rodríguez (m. 75), más el boqueó de Navas, sí, sí, el portero que quieren despedir, a remate de cabeza de Müller (m. 79), más el testarazo lamiendo el larguero de Hummels (m. 92) y, a tres minutos de final, fue Varane quien se jugó la cara para evitar el gol de Hummels.

Si llegaron hasta aquí en su lectura, pensarán, como ocurría en aquel anuncio de hace algunos años de Mitsubishi donde el pastor aislado en la montaña le pedía al visitante “y el Madrid qué, otra vez campeón de Europa ¿no?”, ya que, en efecto, como sucedió en la noche de la Juve, los blancos, en efecto, volvieron a vivir en el alambre y si en aquella ocasión les salvó un penalti señalado a su favor, esta vez, además de la suerte de los campeones, le salvó un penalti de Marcelo no pitado por el turco Cüneyt Çakir, considerado el mejor de Europa.

Esa mano, esa clarísima mano, ese penalti, ese clarísimo penalti, hubiese permitido a los de Munich, que ya sospechaban del arbitraje antes de empezar, irse al descanso con la eliminatoria empatada. Y, sí, cierto, luego la desempataron ellos, con ese error increíble de su guardameta, que ni antes ni después volvería a tocar el balón.

Real Madrid: Navas (9); Lucas Vázquez (5), Varane (5), Ramos (4), Marcelo (3); Modric (3), Kovacic (3), Kroos (4), Asensio (2); Benzema (8), Cristiano (2).

Técnico: Zinedine Zidane (4).

Cambios: Bale (4) por Benzema (m. 71); Casemiro (4) por Kovacic (m. 72); Nacho (sc) por Asensio (m. 87).

Bayern Múnich: Ulrich (1); Kimmich (8), Süle (4), Hummels (7), Alaba (6); Müller (7), Thiago (7), Tolisso (8), James (9), Ribéry (6); Lewandowski (7).

Técnico: Jupp Heynckes (7)

Cambios: Wagner (sc) por Tolisso (m. 75); Javi Martínez (sc) por James (m. 83).

Goles: 0-1 (m. 3) Kimmich remata a placer, tras un error de Ramos. 1-1 (m. 11) Benzema cabecea un centro de Marcelo. 2-1 (m. 46) Benzema, a puerta vacía, solo, tras un resbalón de Ulrich. 2-2 (m. 63) James recoge un rechace de un tiro suyo.

Árbitro: Cuneyt Çakir (4), turco.

Tarjetas: Modric (m. 61), Lucas (m. 64), Varane (m. 87), Casemiro (m. 88).

Campo: Santiago Bernabéu.

Espectadores: 81.000

Así hemos narrado el Real Madrid - Bayern Múnich en directo: