El Atlético sufre para ganar al Deportivo (1-0)

Con más sufrimiento que brillo, el Atlético volvió a agarrarse a la victoria por la mínima  y de penalti en lo que fue un resultado engañoso por los méritos del Deportivo, que se hunde un poco más, pero que no mereció irse de vacío después de zarandear a un rival que salvó los muebles gracias a Oblak, el gran culpable de que el conjunto rojiblanco se quede a nueve puntos del Barcelona. Debutó el canterano Isaac en la banda derecha y el público volvió a mostrar su malestar por el cambio del escudo.

No demostró el Deportivo su condición de penúltimo clasificado en la tabla. Todo lo contrario porque el equipo de Seedorf fue superior al de Simeone en una primera mitad en la que Oblak tuvo más trabajo que Rubén. De hecho, la ocasión más clara en esos primeros 45 minutos corrió a cargo de Lucas Pérez que aprovechó un error de Savic para disparar y obligar al meta esloveno del Atlético a despejar con los pies y salvar a su equipo (m. 20).

Penalti riguroso

Los mismos protagonistas se citaron cinco minutos después en una cabezazo del delantero tras un centro de Luisinho al que respondió Oblak con otra buena intervención. Enfrente, lejos de vislumbrarse una reacción alguna en el bando rojiblanco, bastante atascado y sin las ideas claras,  la solución llegó en un penalti riguroso por un agarrón de Mosquera sobre Saúl, que no dudó en tirarse nada más notar la acción del jugador del Deportivo.

Gameiro marcó la pena máxima (m. 34), pero no cerró el grifo de los problemas de su equipo que vio cómo Mosquera no acertaba en un cabezazo a puerta vacía en el segundo palo después de que Sideni prolongara de cabeza en el primer palo (m. 39). Fue el último susto en una primera parte en la que el equipo gallego pagó su falta de acierto y una cierta candidez en el área rojiblanca.

Ocasiones gallegas

Pese a ir por delante en el marcador, Simeone veía la cosa tan oscura que metió a Diego Costa por Isaac. Thomas pasó al lateral derecho, pero tampoco por ahí llegó la solución porque un centro desde la izquierda de Adrián lo cabeceó Borja Valle y lo salvó Godín, con Oblak batido (m. 64). Poco después, Borja Valle se fue solo y cuando encaraba al meta rojiblanco apareció Lucas para cortar el balón de forma magistral. Era la última ocasión de un equipo que se fue sin nada del Wanda por esas cosas del fútbol y por un tal Oblak.