Portugal tumba a España en la prórroga de una final apasionante

La selección española de fútbol sala no pudo prolongar su incuestionable hegemonía en Europa. Después de siete títulos en 10 ediciones, se quedó a las puertas de la octava corona. Portugal le arrebató el éxito en una final apasionante disputada en Liubliana (Eslovenia). Un gol en el último suspiro de la prórroga, con Ricardinho ya lesionado, llevó a los lusos a su primer título continental (3-2) y a sellar un curioso doblete después del éxito alcanzado en la Eurocopa de fútbol de Francia del 2016.

Poco más se puede pedir a una final. En un fútbol sala cada vez más defensivo y hermético, el duelo entre Portugal y España fue abierto y entretenido, con ocasiones y un ritmo eléctrico que llenó de entusiasmo a los más de 10.000 aficionados que abarrotaron el Arena Storice.

Polémica arbitral

Al final, Ricardinho alzó el trofeo, pero pudo hacerlo perfectamente Ortiz, el capitán español. En la ruleta rusa que se convirtió el encuentro en el tramo final la fortuna sonrió a los lusos. También influyó la labor arbitral.

El checo Cerny y el croata Tomic se mostraron muy permisivos con los lusos después de llegar a las cinco faltas, mientras que castigaron con claridad a España en la acción que significó el 3-2. Antes hubo varias jugadas punibles más claras en el bando portugués que pasaron por alto.

Gol a los 59 segundos

No empezaron nada bien las cosas para España. No había pasado ni siquiera un minuto cuando el balón llegó al peor sitio posible, a la bota izquierda de Ricardinho, que conectó un misil para superar a Paco Sedano. El mejor jugador del mundo (así ha sido designado en cinco ocasiones) batió a los 59 segundos al mejor portero del planeta, que tuvo tiempo luego de demostrar el porqué de esa condición. 

Ese tanto tras una pérdida de Miguelín supuso un duro golpe para España, que tardó demasiado en encontrarse cómoda. Sedano se agigantó para desviar a córner un lanzamiento lejano envenenado de Ricardinho (m. 10) antes de que Pola acariciara el empate. Las tablas llegaron a un minuto del descanso gracias al azulgrana Marc Tolrà. El cierre de Villassar de Mar remató al primer toque una asistencia de Lin.

Cuatro palos

La segunda mitad fue un carrusel de ocasiones de ambas selecciones, empezando por una doble oportunidad de Miguelín y Pola a los 15 segundos. André Coelho se convirtió en el rematador estrella de Portugal, pero Sedano no bajó la guardia en ningún momento. El larguero también echó una mano (m. 26) a España en un cañonazo. La fortuna se volvería en contra después hasta acumular cuatro remates a los palos 'la Roja'. 

La pizarra de José Venancio permitió a España desnivelar la final en una falta lanzada por Miguelín que empujó Lin libre de marca (m. 32). Un doble penalti al larguero de Miguelín (m. 35) pudo certificar el título, pero Portugal resistió y empató Bruno Coelho al culminar una asistencia de Cary, que ya ejercía de portero-jugador.

La prórroga comenzó con una desgracia para Portugal, la lesión en el tobillo de Ricardinho, y acabó con un tanto de doble penalti de Bruno Coelho a 56 segundos del final. Bebe tuvo el empate en sus botas, pero los lusos aguantaron con entereza. 

Así hemos contado en directo la final entre Portugal y España