SEGUNDA DIVISIÓN

Nàstic-Reus, un derbi con muchas cuentas pendientes

Los granas confían rectificar el rumbo animados por la victoria del jueves en El Sadar

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Joan Vidal

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No existen favoritos en los partidos entre conjuntos vecinos. Que se lo digan a los 'culés', recientemente superados por el Espanyol en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Salvando las distancias, Nàstic y Reus vuelven a verse las caras en el Nou Estadi tras el asalto de los rojinegros la temporada pasada.

En la retina de los aficionados grana se sigue recordando el tanto de Máyor, en el descuento, agravando y de qué manera la situación clasificatoria del equipo entrenado por aquel entonces por un Juan Merino que acabó destituido.

Saltaron todas las alarmas en un lado, el del Nàstic, mientras que en el otro se certificó la permanencia y se celebró la posibilidad de mandar al eterno rival a las brasas de la Segunda B. No pasó y no se olvida. El Nàstic salvó ‘in extremis’ la categoría en un último encuentro de campeonato de infarto.

Ganas de revancha en Tarragona que no saben, tras dos temporadas, que es ganar al Reus en la Liga de Fútbol Profesional. Una casuística de la estadística que no hace la más mínima gracia a los tarraconenses, mientras que sirve de mofa continúa en Reus. Pero si alguna cosa ha cambiado es la situación futbolística de unos y otros.

Sensaciones diversas

El equipo de Rodri se encuentra en su mejor momento, con un fondo de armario tremendo que dará mucho que hablar en una segunda vuelta que se antoja ilusionante. Por su parte, El Reus ha empezado el 2018 como terminó el 2017, con la sensación que la plantilla ha perdido la solidez defensiva y con una zona ofensiva que no tiene gol.

Los del Baix Camp no ganan desde el pasado 2 de diciembre y el abismo del descenso plana sobre un conjunto que no tiene recambios óptimos para dar un vuelco a la situación. Aritz López Garai ha movido y removido el 'once' para buscar revulsivos sin suerte hasta la fecha. El derbi puede marcar un antes y un después o, por el contrario, pude certificar unas dinámicas en clara tendencia opuesta. Tres partidos en una semana pueden debilitar al Nàstic de Tarragona que no ha pensado en el Reus  hasta este mismo viernes.

La victoria en El Sadar este jueves (0-2) ha dado un plus de confianza a un equipo que vive extrañamente sus peores pasajes cuando juega como local. “La tranquilidad de la situación clasificatoria nos permitirá desplegar ahora un juego diferente en casa”, enfatizaba Rodri en la previa del partido convencido que las presiones del resultado ya no agarrotarán a su plantilla cuando se muestra ante su afición.

Siete puntos por encima del descenso es un descanso tras un año y medio conviviendo en la fina linea que separa la LFP de la catástrofe económica de la Segunda B.

Seis días de preparación

El Reus lleva una semana deprimido, cierto. La derrota en casa ante el Lugo (0-1) terminó con música de viento de los aficionados a la despedida de la plantilla. Pero desde el Municipal llevan seis días preparando un partido que puede servir para dar un golpe sobre la mesa, recoger tres puntos de oro y recalcar nuevamente que el Nàstic no es capaz, en Segunda División, de superar a los rojinegros en un terreno de juego. 

“Estamos en un momento emocionalmente débil”, afirmaba el propio técnico reusense preguntado por la idoneidad del derbi. El domingo, a las 20.00h, se conocerá el desenlace.