Un buen año para Port del Comte

Las apuestas, en cuestiones de nieve, son terreno resbaladizo. Port del Comte, la única estación de esquí alpino situada en el Prepirineo, lo había pasado muy mal en las dos temporadas anteriores, especialmente la última, en la que las altas temperaturas no permitieron algunos días ni siquiera producir nieve con los cañones. Así que hubiera sido muy fácil augurar que este año las cosas serían más o menos parecidas y rematar la jugada diciendo que el dominio del Solsonès más valdría que se dedicara a otra cosa. Pues no ha sido así, sino más bien todo lo contrario. “Seguramente estamos ante una de las mejores temporadas de la historia de Port del Comte”, asegura su director, Albert Estella.  

Para este fin de semana tendrán el 100% de las instalaciones abiertas, con grosores de nieve que se sitúan entre los 90 y los 180 centímetros, en la que ha sido la tónica general de toda la temporada. “El año pasado recibimos un total de 50.000 visitantes, una cifra que sin duda ya hemos superado a estas alturas, porque estamos teniendo una media de 8.000 esquiadores cada fin de semana”, explica.

"Seguramente estamos ante una de las mejores temporadas de la historia de Port del Comte", asegura su director, Albert Estella.

A veces, incluso, han recibido más de la cuenta, como ese fin de semana de finales de enero en el que se produjeron largas colas de acceso. “Fue algo que sucedió en muchas estaciones. Había nevado mucho y todo el mundo tenía ganas de subir a esquiar, así que coincidió mucha gente a la vez. No hubo controles en el tráfico y a nosotros se nos estropeo un remonte. Pero esto no ha vuelto a suceder, fue algo puntual”, aclara Estella, 

A MENOS DE 2 HORAS

Port del Comte es una estación que se encuentra a menos de 2 horas de Barcelona, lo que permite subir y bajar en un mismo día, sin peajes en la carretera, con el gran ahorro que esto supone para las familias. “Si hay nieve, tenemos público, este no es el problema”, afirma su director. El problema, por lo tanto, es la tendencia hacia inviernos cada vez más suaves, con la amenaza del cambio climático en el horizonte.

Aunque Estella considera que el calentamiento global todavía no incide: “Las nevadas responden a ciclos, y creo que lo que sucedió el año pasado no se puede achacar al cambio climático. Y la prueba es la buena campaña actual. Eso sí, quizás de aquí a 15 años sí que tendremos que comenzar a pensar cómo adaptarnos”, admite.

ESTACIÓN PRIVADA

Una de las claves pasa por ampliar las actividades de la estación, para no hacerlas dependientes de la nieve y poder ofrecerlas durante todo el año. Mejoras que, no obstante, requieren una cierta inversión económica, cosa que de momento no puede asumir Port del Comte. “Somos una estación privada, que no recibe ayudas públicas, así que tenemos que centrarnos en el día a día, especialmente después de un par de malas temporadas”, comenta.

¿Y nunca ha habido la tentación de integrarse en el grupo de Ferrocarrils de la Generalitat para aliviar los problemas económicos? Estella apunta que pudo haber conversaciones entre el propietario de la estación (la sociedad Guimaru) y el grupo público, pero asegura que no sabe mucho más. En todo caso, sí que lamenta que es muy difícil competir con las ofertas y la publicidad que pueden hacer las estaciones de FFGG.

Más allá de eso, desde Port del Comte encaran tranquilos y satisfechos el último tramo de campaña. Tanto que, incluso, no están preocupados por si la nieve aguanta hasta Semana Santa, que este año cae muy tarde. “Si podemos aguantar hasta entonces, perfecto, pero creo que nuestros clientes han podido esquiar mucho esta temporada y a finales de abril ya estarán pensando más en la playa que en la nieve”, concluye Albert Estella.  

Consulta el estado de las pistas en el Canal Esquí de EL PERIÓDICO.