GP DE SAN MARINO

"Si Rossi está nervioso, que se tome una tila", ironiza Espargaró

E. P. R. / MISANO

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Mientras Pol Espargaró (Yamaha, 1.32.769 minutos) lograba, por vez primera, el mejor tiempo en unos ensayos «aprovechándome de Marc (Márquez)» y, por supuesto, no se ve ganando en Misano, Dani Pedrosa (Honda) resucitaba de pronto y se postulaba para ser feliz. Mientras Andrea Dovizioso (Ducati) hacía soñar a los tifosi, Andrea Iannone, su colega, sufría una caída muy fea que comprometía su concurso en el circuito de casa. Mientras Jorge Lorenzo (Yamaha) demostraba al mundo que «los que hablan de mi crisis no tienen ni idea de lo que dicen», Marc Márquez (Honda) sufría su 11ª caída del año probando hasta donde podía plegar con el nuevo neumático delantero que ha traído Michelin.

Mientras Valentino Rossi (Yamaha, sexto, a más de medio segundo de Polyccio) trataba de contentar, sin lograrlo, a los suyos, Aleix Espargaró (Suzuki) se ponía, sin molestar, en mitad de la trazada del Doctor, le pedía disculpas, pero Vale le montaba un número impresentable, digno de un endiosado icono mundial. Tanto que Rossi pidió a dirección de carrera que sancionase al mayor de los Espargaró que, insisto, le había pedido disculpas, aunque Rossi lo desmintió. «Aleix no ha molestado a Valentino y no habrá sanción», dijo Mike Webb, de dirección de carrera.

EL PIQUE, EN LA PISTA / Y como Rossi es Rossi, es poderoso, continuó con su cruzaba contra Aleix Espargaró sin tener razón. Como no la tenía cuando manipuló el comportamiento de Lorenzo y Márquez, en los últimos grandes premios del 2015. «Creo que como Aleix no sabe cómo se pide perdón, me ha enviado a tomar por el culo», dijo Rossi en su conferencia de prensa. ¡Mentira! No es cierto.

Aleix, cuando el Doctor protestó en pista, reconoció estar en mal sitio y, levantando su mano izquierda, le pidió disculpas a Rossi, que le hizo una peineta. Y entonces fue cuando el mayor de los Espargaró decidió meterse en box y levantar, agresivamente, su brazo, pero en ningún momento, como se inventó Vale, lo mandó a tomar por el culo, aunque ganas no debían de faltarle al catalán. «Si Rossi está nervioso, que se tome una tila», fue el lacónico comentario del mayor de los Espargaró.