Francia no pasa del empate ante Suiza

Persiste la preocupante sequía goleadora en Francia, que se estrelló contra los postes y no pudo pasar del empate ante Suiza. El consuelo para el conjunto galo es que el puntito la deja como primera de grupo en octavos, tras un encuentro en el que las rotaciones no le dieron el resultado esperado a Didier Deschamps, que tuvo que tirar de Payet en la segunda mitad. Suiza plantó cara e incluso reclamó un penalti en el último minuto por agarrón de Sagna sobre Dzemaili.

Después de ofrecer muy poco ante Rumanía y Albania y del sufrimiento extremo para sacar los dos encuentros adelante, 'les bleus' estaban obligados a ofrecer lo mejor de su repertorio ante el rival que le disputaba el liderato d0el grupo. También se habían fijado como objetivo dar una alegría a una afición que terminó de los nervios en esos dos primeros choques.

POGBA Y GRIEZMANN, TITULARES

Para ello, Deschamps devolvió la titularidad a Pogba y Griezmann, suplentes ante Albania, y a quienes tuvo que recurrir para rescatar a Francia de la miseria y desarmar la guillotina que ya esperaba a más de uno. Griezmann le sacó del apuro con un gol en el minuto 90. Ante Suiza fue Pogba el que se puso los galones. El centrocampista del Juventus tenía cuentas pendientes con medio mundo, entre ellos la prensa a la que dedicó un corte de mangas en el choque ante Albania.

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Pogba lo hizo todo. Con su habitual estilo entre lo ortodoxo y lo anárquico, tan pronto pudo marcar en propia puerta a la salida de un saque de esquina como firmar las ocasiones más claras en la primera mitad. En una de ellas, su disparo lo rechazó el meta Sommer con muchos apuros. Los mismos actores repitieron y también resistió el portero. No lo hizo al tercer intento, donde un zapatazo de Pogba se estrelló en el larguero (m. 17).

DIBUJO OFENSIVO

DIBUJO OFENSIVOEnfrente, Suiza había dejado claro que no venía a ninguna fiesta y que no estaba dispuesta a dejarse avasallar. Con un buen trato del balón, el equipo de Petkovic dejó claro su dibujo de equipo ofensivo y también supo sufrir cuando Francia le metía una velocidad más a su ataque. La mezcla de ambos estilos dibujó un partido con un ritmo alto y abierto, aunque con ambos equipos con un punto negro: el gol.

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Deschamps intentó buscar el antídoto a ese mal dando entrada a Payet, el ídolo de la afición francesa, que solo con verle calentar comenzó a corear su nombre. No tardó en dinamitar el encuentro el jugador del West Ham tras un centro de Sissoko y un espectacular remate que casi revienta el larguero de la portería suiza (m. 75). Repitió Payet cinco minutos después con otro remate que se marchó fuera y que devolvía a Francia a una situación ya conocida, la de esperar al suspiro final para sacar las cosas adelante.

Pudo hacerlo Payet en un libre directo, pero no acertó, con lo que Francia se quedó sin marcar por primera vez en el campeonato. Al menos, logró su objetivo de pasar a octavos como primera, pero en ese tránsito deja muchas dudas. Más que juego de conjunto abundan las individualidades y el gol se ha convertido en una misión casi imposible que puede pasarle factura.

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