París celebra su maratón bajo estrictas medidas de seguridad

Francia no altera su calendario deportivo a pesar de la amenaza terrorista

Soldados franceses patrullan por los alrededores de la Torre Eiffel.

Soldados franceses patrullan por los alrededores de la Torre Eiffel. / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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Ni los recientes atentados de Bruselas ni el elevado nivel de amenaza terrorista que pesa sobre Francia alterarán el calendario de los eventos deportivos que se celebrarán en el Hexágono en los próximos meses. El primer ministro francés, Manuel Valls, lo dejó claro esta semana al afirmar: "Son indispensables para demostrar que somos libres". Así pues, habrá torneo de tenis de Roland Garros, Eurocopa de fútbol, Tour de Francia y, este domingo, maratón de París. "La respuesta a la ideología de la muerte es la vida, es poder correr", añadió Valls.

No obstante, garantizar que la noticia de la jornada sea únicamente el nombre del ganador es un reto extraordinario. Los cuerpos y fuerzas de seguridad franceses se sometieron ya a una prueba el pasado 29 de marzo durante el amistoso Francia-Rusia que se disputó en el estadio de Saint Denis, uno de los escenarios de los ataques yihadistas del 13-N.  Un amplio despliegue formado por 1.300 agentes y 400 policías, francotiradores en cada esquina y un equipo de intervención de las fuerzas especiales se encargó de que nada alterara el partido.

Ahora será la 40 edición del maratón de París la que estará inevitablemente marcada por un refuerzo del dispositivo policial, dada la multitud que recorrerá la capital. De los 57.000 inscritos, se calcula que más de 50.000 participarán en un trayecto de 42 kilómetros que va desde los Campos Elíseos hasta la Avenida Foch pasando por los bosques de Vincennes y Boulogne.  

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Además de los corredores, a lo largo del itinerario se espera la presencia de unos 250.000 espectadores. Los puntos más sensibles de la ruta, como la salida y la llegada situada en los Campos Elíseos, serán objeto de especial vigilancia y la seguridad será extrema, a pesar de que la gran arteria parisina que une el Arco del Triunfo con la Plaza de la Concordia estará abierta al público.

FISONOMISTAS CAMUFLADOS 

Casi 3.000 voluntarios velarán para que todo transcurra con normalidad. Se ha aumentado de manera notable el número de vigilantes de seguridad, se multiplicarán los registros de mochilas y bolsos, habrá detectores de metales e incluso fisonomistas camuflados entre el público para alertar de cualquier comportamiento sospechoso, según ha explicado Yann Le Moenner, director general del grupo Amaury Sport Organisation (ASO), organizador del maratón.

"Hemos reforzado considerablemente los registros de las bolsas que los corredores dejen en las consignas antes de entrar en la zona donde se sitúa la salida", ha explicado Edouard Cassignol, director de la prueba. Para que el proceso de verificación de las bolsas de deporte de los maratonianos –se calcula que el 30% acude a la prueba con ellas- sea ágil, se ha previsto más personal y el uso de detectores de metales. Los corredores deberán presentarse con su acreditación.

Además, como se hizo durante el medio maratón celebrado el pasado 6 de marzo, en la salida y en la meta se han duplicado los efectivos del comando operativo de la brigada de bomberos, dispositivo que apoyará a los servicios de socorro en caso de necesidad.

NINGUNA PSICOSIS

A pesar de que nadie oculta el riesgo de un atentado, los organizadores aseguran que no hay ninguna psicosis y que no han tenido noticia de participantes que hayan desistido por miedo. "Creo que habrá pocos maratonianos que anulen su participación. No hay absolutamente ninguna psicosis", apunta Le Moenner.

Lucas, un joven que espera con impaciencia el maratón al que se apuntó con un grupo de amigos, habló con ellos después de los atentados de Bruselas, pero ninguno renunció a la carrera parisina. "De todas formas, puede pasar en cualquier momento y en cualquier sitio. Hay que vivir con ello. En París habrá 150 nacionalidades diferentes y eso es un bello símbolo de la lucha contra el terrorismo", decía en la emisora Europe 1.

En sus 40 años de existencia, el maratón de Paris solo se suspendió en 1991, durante la Guerra del Golfo. En esta ocasión, a pesar de la amenaza terrorista y el dramático recuerdo del maratón de Boston -donde hubo tres muertos y 264 heridos en abril del 2013- los organizadores nunca se plantearon anularlo.