Funeral en el Bernabéu

El simple hecho de tener que jugar contra el Getafe dos horas después que los equipos que se juegan algo esta tarde (20.30 horas, Canal + Liga / Gol T) agudiza la depresión que vive el Madrid, que se ve obligado a escenificar en su estadio el cierre de una temporada marcada por el disgusto de lo que pudo haber sido y no fue. Dice adiós el equipo blanco a un curso decepcionante, después de un inicio en el que se dispararon las ilusiones, en un ambiente muy cargado por la búsqueda de culpables por parte de quien necesita cortar cabezas para justificar sus desvaríos, que no es otro que Florentino Pérez.

Todo apunta a que la primera que caerá será la de Carlo Ancelotti, aunque él no se da por enterado, como demostró ayer en la que pudo ser su penúltima rueda de prensa. «Mi sensación es que voy a seguir. El club está evaluando, es normal, y creo que va a tomar una decisión buena para mí. Tengo la ilusión de seguir porque me gusta este club, estos jugadores y esta ciudad», dijo el todavía entrenador del Madrid, que confirmó que no tiene noticias del club mientras no dejan de rondar los nombres de sus posibles relevos, desde Jürgen Klopp a Rafa Benítez, que es quien parece ahora el mejor colocado.

LOS MEJORES DEL MUNDO / Ancelotti dejó claro, eso sí, que no aceptará que su continuidad esté ligada a renunciar a alguno de sus colaboradores. «He llegado aquí con un staff del máximo nivel y sigo pensando lo mismo. Trabajan conmigo desde hace mucho tiempo y lo que he conseguido ha sido con este staff. Tengo el mejor preparador físico del mundo y el mejor preparador de porteros de mundo», señaló para salir al paso de los rumores de que pretenden forzarle a que  prescinda de Giovanni Mauri y de William Vecchi.

«Este mundo es así. Todos los años es lo mismo. Estoy sorprendido de que alguien se sorprenda. Si sigo estoy contento. Si no, me quedo con dos años fantásticos y después cada uno por su calle, el club por la suya y yo por la mía», señaló el técnico, aplaudido por varios periodistas al marcharse. «Nos vemos mañana», afirmó. Algunos entendieron «eso mañana» y dieron por hecho que la despedida será hoy una realidad.