HOMENAJE EN BARCELONA

Memorias de un señor

Josep Lluís Vilaseca, durante el masivo acto de este jueves en el Palau de Pedralbes.

Josep Lluís Vilaseca, durante el masivo acto de este jueves en el Palau de Pedralbes.

JOAN CARLES ARMENGOL
BARCELONA

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Llenó una sala monumental del Palau de Pedralbes. No podía ser menos. Josep Lluís Vilaseca, el dirigente que se ha ganado el apelativo de señor del deporte, ha estado en todas las salsas desde que en 1970 se incorporó a la candidatura de Agustí Montal a la presidencia del Barça. Fue secretario de la junta del club azulgrana hasta 1978, cuando ingresó en la UEFA, en la Comisión de Control y Disciplina que acabó presidiendo, hasta el 2006.

De 1980 a 1995 llenó Catalunya de pabellones e instalaciones deportivas desde su máxima responsabilidad de secretario general de l'Esport de la Generalitat. Hombre clave en la carrera olímpica de Barcelona-92, que ayudó a pacificar con su talante dialogante, tampoco eludió la política, con dos años de diputado en el Parlament, una experiencia que cambió por reconducir la Agrupació Mútua desde una situación de caos.

No es extraño, pues, que Vilaseca, cumplidos ya los 84 años, congregara en el homenaje-presentación de Pedralbes a una multitud. Nadie quería faltar a la cita, curiosos todos por empezar a conocer los recovecos y anécdotas del libro autobiográfico y de memorias en el que ha vertido todo lo que se calló, con su reconocida discreción, durante sus años de dirigente bajo las distintas gorras que le tocó lucir. Que consti en acta (Proa) Que consti en actadesvela la trastienda del deporte catalán, las pautas de comportamiento de los dirigentes, a través de historias ocultas y jugosas anécdotas que, en la voz de Vilaseca, a pesar de la indiscreción cometida, siguen sonando con la elegancia que caracteriza a este señor del deporte. A ello contribuye decisivamente la colaboración del escritor manresano Genís Sinca (premio Josep Pla 2013), que le sabe dar a la obra la vivacidad de una novela, y a la popularización contribuye también el prólogo firmado por Pep Guardiola, que describe el impacto que le provocó este «hombre de la gabardina», siempre en segunda fila, pero siempre presente en todos los eventos deportivos del país.

Fecha de caducidad

«Me acerqué a Vilaseca porque buscaba una biografía de Samaranch, y al final me quedé con él», ha confesado Sinca. «Él no tenía ni 'papa' de deportes, pero ha sido un gran colaborador y ha salido el libro que yo quería», ha dicho Vilaseca de Sinca en el capítulo de agradecimientos, antes de emocionarse y explicar el porqué de su tardía apertura mediática. «Cuando uno se hace mayor y ves que se acerca la fecha de caducidad, comienzas a pensar qué has hecho en la vida. Creo que he sido un hombre de suerte, pero hoy además estoy muy contento porque he comprobado que tengo muchos amigos», ha asegurado el veterano dirigente, contemplando la sala repleta.

Bartomeu, Collet, Montal, Cambra, Roca Junyent, Moner, Roures,  Tibau, Pruna, Fidel y Pere Sust, Truñó, Batlle, Mas Cantí, De la Cruz, Alfonseda, Anna Tarrés... hasta Núria Feliu, comparecieron entre la audiencia y buscaron la firma del autor en el ejemplar. «Planté dos árboles y se murieron; hijos he tenido siete, y cuando me jubilé de la jubilación, Genís Sinca me acabó de dar el último empujón para hacer un libro. Las únicas condiciones eran que no fuera un tostón, que tuviera interés y que dijera cosas ciertas. Por eso se llama así». El editor, Josep Lluch  tenía miedo de que Vilaseca no se abriera de verdad. «¡Madre de Dios, si ha explicado cosas Vilaseca!», exclama Sinca. Que consti en acta.