Xavi Florencio cuelga la bicicleta

En su familia de Mont-Roig, su padre y sus hermanos, siempre se ha respirado un especial aire de ciclismo; la tienda, el profesionalismo, el amor a la bicicleta. Xavier Florencio, 33 años, se fue al suelo, tontamente, el año pasado, en un descenso, allí en las carreteras tarraconenses donde entrenaba antes de instalarse en Andorra, junto a su amigo y jefe de filas Joaquim Purito. De hecho, Florencio fue el primero que descubrió los paisajes de El Tarter y el que sedujo a Purito para instalarse en una urbanización de esquiadores antes de que el frío los llevara a la capital del principado.

Florencio se ha despedido del ciclismo. La rodilla izquierda ha dicho basta, la que no le dejó correr el Giro, ni la Vuelta. En el 2014 aprenderá el oficio de director deportivo en el Katusha para convertirse en técnico de la escuadra rusa a partir del 2015. Atrás ha quedado una carrera deportiva que comenzó en el conjunto del ONCE en el 2001 y que se ha cerrado ahora en el Katusha. Su mayor éxito como ciclista fue la victoria que consiguió en el 2006, su mejor año como corredor, cuando se impuso en la Clásica de San Sebastián, por aquel entonces carrera de la Copa del Mundo y actualmente protagonista del circuito UCI World Tour. En el año 2006 también corrió el mundial de Salzburgo y su aportación fue clave al provocar el corte, en la última vuelta, que le sirvió a Alejandro Valverde para conquistar la medalla de bronce.

Tres Tours y ocho Vueltas a España figuran en su trayectoria como ciclista, donde obtuvo también un triunfo en el Tour del Porvenir. Rápido en las llegadas y hábil en la media montaña, Florencio se especializó los últimos años en el oficio de gregario experimentado, razón por la cual Purito se lo llevó al conjunto Katusha. "Dejo muy buenos recuerdos atrás. Ha sido toda mi vida, con amigos, compañeros, rivales, directores, masajistas, mecánicos, viajes por todo el mundo. Pero me voy con la sensación de que seguirça siendo igual en el futuro", ha escrito este sábado en una emotiva carta de despedida.