Un grupo de 15 exnadadoras de sincronizada cargan contra Anna Tarrés

Un grupo de 15 exnadadoras han denunciado a través de una carta pública el supuesto trato vejatorio que recibieron de la exseleccionadora española de natación sincronizada Anna Tarrés cuando formaban parte del equipo nacional. Un trato que incluyó, dicen, "desprecios, amenazas, coacciones, humillaciones, insultos y acosos".

Las nadadoras Paola Tirados, Carla Violán, Ana Violán, Laura López, Eva Zhdanova, Neus Seguí, Jordina Pallarols, Júlia Casals, Itzias Aspe, Lara Oyanarte, Itahisa Robaina, Laia [sin apellido], y otras dos nadadoras que han optado por mantener el anonimato, denuncian en el escrito los métodos de entrenamiento de Tarrés y describen sus experiencias con la exseleccionadora.

En la carta, las atletas señalan que Tarrés "no entiende su cese" y señalan que "llegó el momento de explicarlo", de "dar voz a todas las cosas que han quedado escondidas bajo las medallas".

"Estabas con ella o contra ella y estar contra ella significaba renunciar a tu carrera deportiva", apuntan antes de denunciar los métodos de "dictadora" que utilizaba Tarrés que incluía "sembrar el pánico", "manipulaciones y desgaste psicológico para mantener a las nadadoras bajo control". Las nadadoras aseguran que hicieron llegar sus quejas a los responsables de este deporte pero que no les hicieron caso.

"Fuera del agua gorda"

Las firmantes también dan cuenta de sus experiencias personales con la que fuera su entrenadora. "Esta medalla no te la mereces, no has hecho nada para conseguirla... Es para mi hija", le espetó Tarrés a Paola Tirados mientras le arrebataba la medalla tras bajar del podio en el preolímpico de Pekín del 2008.

"No vengas a hacerte la estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve", cuenta otra exnadadora que le soltó Tarrés cuando no logró poner el cuerpo en la posición correcta en un entreno. "Trágatelo (el vómito) que aún te queda una hora y media para terminar. Si no, fuera, te vas a tu casa y no vuelvas", le contestó a Ana Violán cuando esta le preguntó si podía salir del agua a vomitar.

Otra exnadadora recuerda que cayó en la bulimia a raíz de las presiones de Tarrés. "Habrás quedado bien en figura, pero con lo gorda que estás no puedo desfigurar al equipo", le dijo a la joven, que medía 1,75 cm y pesaba 57 kilos. "Fuera del agua gorda, vete al psicólogo", le dijo a una atleta sevillana que le pidió que le hablara en castellano porque no entendía catalán.

División de opiniones

El pasado 17 de septiembre, Andrea Fuentes, capitana del equipo español de natación sincronizada, salía <strong>en defensa de Tarrés ante las acusaciones por Paola Tirados</strong> [una de las firmantes de la carta], en las que esta última afirmaba que la entrenadora obligaba a las atletas a tomar antidepresivos, que había tapado controles antidopaje que habían dado positivo y que consideraba la destitución de Anna Tarrés "un gran acierto".

La respuesta de Fuentes, además de negar las acusaciones, fue considerar que el deporte de elite no está hecho "para todo el mundo". "Es un camino muy duro y ganar medallas, aún más. Hay momentos en los que pueden pensar que es inhumano entrenar diez horas diarias... Hay gente que lo ha dejado por el camino, porque no podía seguir (el ritmo), gente que no estaba de acuerdo con el método y lo ha dejado en el momento que ha querido", afirmaba Fuentes.