Las semifinales

Otro clásico para decidir la corona

El Barça defenderá el título ante el Madrid en el Sant Jordi en una final que se repite por tercer año consecutivo

LUIS MENDIOLA
BARCELONA

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La final más esperada, la que levanta más pasiones, será la que cerrará cuatro días de fiesta en el Palau Sant Jordi. Barça y Real Madrid regalarán otro clásico a los aficionados en la final de la Copa (18.00 horas, Teledeporte), que se repetirá por tercer año consecutivo, cargada de morbo y retos de envergadura.

Frente al Barça, defensor del título, se eleva el desafío de levantar el trofeo por tercera vez, lo que ningún equipo ha logrado desde que la Copa se celebra por el sistema de concentración (1987). Un reto ilusionante, como lo definió su técnico Xavi Pascual, que además rompería el empate con los madridistas que existe en el palmarés (22 títulos cada uno) y lo elevaría a rey de Copas.

Para el Madrid, el desafío también es hercúleo: acabar con 18 años de sequía (desde 1993 en A Coruña, con Clifford Luyk como entrenador no son campeones) y además hacerlo en la pista enemiga, devolviéndole la afrenta del año pasado a los barcelonsitas, que se coronaron en el Palacio de Deportes madrileño.

MINIMIZAR EL DESGASTE / No será nada fácil para el Barça Regal la cita de hoy. Por la calidad del rival. Por la exhibición ofensiva que ofreció ayer el cuadro de Pablo Laso, que se fue por encima de los 90 puntos, sobrado como está de talento ofensivo. Y también por el enorme desgaste físico que supuso para los azulgranas la semifinal, un partido extenuante entre dos rivales que han convertido su enfrentamiento en un clásico de la ACB y también de Europa.

«El partido frente al Caja Laboral ha sido una guerra», admitía el alero azulgrana Pete Mickeal al concluir la semifinal. «Tenemos que recuperarnos físicamente porque 24 horas pasan muy rápido y la final será muy exigente porque llegan dos equipos en su punto más alto de confianza», admitió el técnico azulgrana Xavi Pascual, poniendo énfasis en uno de los aspectos que puede condicionar la final de hoy: el físico.

Aun así, en la cabeza de los barcelonistas solo existe un pensamiento: culminar el objetivo con el que iniciaron su andadura en el Sant Jordi: la conquista del título para extender su hegemonía en la ACB, donde ha logrado 7 de los últimos ocho títulos jugados (dos Ligas, dos Copas y tres Supercopas). «Una final es una final, no importa el rival, debemos seguir jugando fuerte. No hay que parar», cuenta Ndong.

Dos son los precedentes de la final esta temporada. En la Supercopa, en octubre, se llevó el título el Barça Regal (74-70). Y en la liga, a principios de enero, en el Palacio de los Deportes, fue el Madrid el vencedor (78-74), en un partido sin la pesencia de Navarro.

La final, que medirá el enorme talento de los dos banquillos (Huertas-Llull; Navarro-Carroll o Lorbek-Mirotic entre otros) servirá también la batalla entre dos estilos en los banquillos. Por un lado, el juego efectivo, controlado, construido sobre la defensa que practica el Barça de Xavi Pascual y por otro el gun and run (correr y tirar) que ha impuesto Laso en el Madrid y que pasará hoy su examen en la pelea por un título. «Es imposible destacar un clave para la final frente a un rival tan bueno y que hace tantas cosas bien como el Bar-

ça», analizó el técnico blanco.

El clásico también llegará en la mini Copa, con una final entre Bar-

ça y Madrid que se disputará al mediodía (13.00) en el pabellón de Vall d'Hebron y que será el mejor aperitivo de la final del Sant Jordi.