La situación azulgrana

Vuelve la Liga, vuelve Puyol

El capitán, que ha estado ocho meses lesionado, retorna en el reencuentro del equipo con la Liga en Anoeta

Puyol, Alexis y Valdés (detrás), ayer a la llegada del equipo al aeropuerto de Biarritz.

Puyol, Alexis y Valdés (detrás), ayer a la llegada del equipo al aeropuerto de Biarritz.

MARCOS LÓPEZ
SAN SEBASTIÁN

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La vida sin Puyol no ha sido nada fácil para el Barcelona de Pep Guardiola, a pesar de que ha continuado ganando. Hace casi ocho meses que la rodilla izquierda del capitán se quejó. Desde enero, el equipo no ha dejado de conquistar títulos (Liga, Champions, Supercopa de España y Supercopa de Europa), pero la melena del capitán desapareció del césped y se sumergió en la profundidad de clínicas, gimnasios, quirófanos torturándolo al extremo. A sus 33 años, Puyol subió al avión, camino de San Sebastián, para jugar hoy ante la Real Sociedad (18.00 horas, Canal +), como si volviera a debutar con el Barça.

«Es importantísimo para nosotros, es nuestro capitán. Para él ha sido mentalmente muy duro», confesó Guardiola, complacido de tener a Puyol a su lado. «Viendo la luz al final del túnel, espero que no sea como otras veces que era un coche contra dirección», llegó a escribir el defensa en su cuenta personal de Twitter hace un mes. «La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce», subrayó él mismo hace prácticamente 200 días. En ese tortuoso túnel, Puyol tuvo algunas apariciones heroicas (disputó los tres partidos ante el Madrid sabiendo que en junio debería pasar por el quirófano) y un instante de grandeza humana al quitarse el brazalete de capitán en Wembley (apenas jugó dos minutos, pues su rodilla izquierda no daba para más) y ponerlo en el brazo izquierdo de Abidal para que levantara la cuarta Champions.

PIQUÉ, «EL PAU GASOL» / Vuelve Puyol y todos firmes, como recordó ayer Guardiola. No solo porque retorna el dueño del brazalete sino porque el técnico recupera al central con más carácter de la plantilla. El guía espiritual, junto a Xavi, del grupo. Primero le diagnosticaron «una tendinopatía en el vasto interno de la rodilla izquierda», después entró en un periodo oscuro porque no se sabía nada de él, jugó los clásicos de lateral izquierdo (no había más en el equipo por las lesiones de Adriano, Maxwell y el tumor en el hígado de Abidal) y pisó Wembley de manera testimonial. «Verlo chillando y gritando nos hace ser mas fuertes y los otros se deben espabilar», dijo Guardiola, quien recupera también a Afellay, Maxwell y Adriano. Solo queda en la enfermería Piqué. «Hay que cuidar a nuestro Pau Gasol, su lesión está en una zona peligrosa, hemos de intentar que no recaiga», añadió.

ELOGIOS A LA REAL / Con el Barça al completo, Guardiola recuerda que el retorno a la Liga no será nada sencillo. Este primer partido de septiembre, tras el parón de las selecciones, le ha costado disgustos a los azulgranas. «La Real es uno de los grandes de la Liga, uno de los históricos. El año pasado nos costó mucho entrar, se juega a las seis de la tarde, no estamos acostumbrados, hará calor...», dijo el técnico, encontrando siempre argumentos para que sus jugadores no caigan en la relajación ni se dediquen a pensar solo en el Milan de Ibrahimovic, que viene el martes al Camp Nou. «El reto es la Liga, seguir siendo competitivos día a día. Ya hemos tenido algún susto antes y la Real, que tiene nuevo entrenador, me ha sorprendido agradablemente», apuntó Guardiola, que ha espiado los métodos del técnico francés Philippe Montanier, observando un «par de partidos del Valenciennes», su antiguo club.

'ABI', THIAGO, NEYMAR... / Por eso, el técnico del Barça alertó ayer a sus jugadores. No quiere tropiezos iniciales, teniendo en cuenta «al rival tan fuerte que hay en la lucha por el título», en alusión al Madrid, al que no citó, aunque sí abordó el debate sobre la Liga bipolar. «Me parece algo despectivo hacia los equipos que no son Barça ni Madrid. Además, el mío debe correr mucho para ganar los partidos. No le regalan nada», recalcó Guardiola, entregado al discurso de Abidal sobre su futuro. «Cuando lo escuchas hablar, piensas que es un regalo trabajar con él, un honor», dijo. «¿Thiago? Es unnoimuy atrevido, no se arruga. Él marcará sus límites. ¿Neymar? Se acabó el mercado, ahora no toca. El club trabaja y me dice algo cuando conviene».