Carvalho llega a Madrid para ser titular desde el primer momento

Ricardo Carvalho llegó anoche a Madrid para convertirse, a sus 32 años, en el líder de la defensa blanca. Hoy pasará reconocimiento médico a las nueve de la mañana y cuatro horas después será presentado como nuevo jugador madridista para las dos próximas temporadas, con una tercera opcional. Cumplidas las formalidades, tendrá incluso muchas posibilidades de debutar mañana mismo en el amistoso que el Madrid jugará en Múnich contra el Bayern. Lesionado Pepe para un mínimo de tres semanas, Albiol no pudo entrenarse ayer debido a una gastroenteritis aguda, lo que puede dejarle fuera de la expedición que viajará a la capital bávara.

El central valenciano puede ser, además, uno de los damnificados por la incorporación del defensa portugués, que en principio no tardará en entrar como titular en el equipo. Albiol y Pepe están destinados a competir por un puesto, mientras que a Garay le tocará interpretar el papel de cuarto central.

Con la llegada de Carvalho, que ya estuvo a las órdenes de Mourinho en el Oporto y en el Chelsea, la prioridad ahora para el técnico portugués es la contratación de otro delantero que compita con Higuaín y Benzema. Si el argentino le ha causado una gratísima impresión en los primeros compases de la pretemporada, no acaba de ver muy claro que el atacante francés vaya a explotar de una vez para ponerse a la altura de lo que costó el año pasado (35 millones). Amauri, Almeida, Mario Gómez y Llorente están en la lista de candidatos, de la que presuntamente se ha caído el delantero de 17 años del Anderlecht Lukaku, que ha anunciado que por el momento no piensa moverse del equipo belga.

«Ricardo es un jugador muy bueno para nosotros. Tiene mucha experiencia y estamos muy contentos con su llegada. El entrenador sabe lo que quiere, le gusta mucho y a nosotros también. Siempre ha jugado a un nivel muy alto en el Chelsea. Seguro que va a ayudar mucho al equipo», dijo ayer Van der Vaart, encantado con la llegada del nuevo entrenador y con la certeza de que seguirá en el Madrid.