a un paso de la gloria

La mejor promesa electoral

ANTONI Bassas

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En plena crisis delcorralito, apareció una pintada en las calles de Buenos Aires que resumió el drama con un humor tan fino como desesperado. Decía: «¡Basta de realidades, queremos promesas!».

El caso del Barça es al revés. La realidad es tan dulce que estas deben ser las elecciones con menos promesas de la historia. ¿Qué se le puede prometer al socio si ya tiene títulos, los mejores jugadores del mundo y un entrenador como jamás tendremos? Y de regalo, el triplete del básquet que está de camino, un Camp Nou sin violentos, un modelo de patrocinio global que prestigia la camiseta en lugar de alquilarla al mejor postor yVilla. Y encima, el milagro más grande de todos los tiempos: la selección española es favorita en el Mundial gracias a jugadores hechos en el Barça. Por cierto, dado que el altavoz nacional-madridista moriría antes que reconocer que si España pinta algo es gracias al Barça, ¿podemos esperar queDel Bosque oVillar o la ministra de Cultura pronuncien algún día aunque sea alguna elemental frase de reconocimiento?

Total, que la campaña está siendo rara. Nadie quiere ser el cambio, que es un concepto básico en cualquier elección. Fíjense queRosell cuenta conGuardiola e incluso dice que conTxiki, el hombre queCruyff recomendó aLaporta para la secretaría técnica. EIngla se refiere aRosell

como «el cambio radical», utilizando el concepto como para asustar.

Así las cosas, podríamos preguntarnos si lo único que está en juego es la simple preservación del presente por la vía de la estricta observancia del credo vigente. De hecho, esta es la carta deLaporta,con este concurso sobre cuál de sus exvicepresidentes se desvió antes por falsas rutas y creyó menos enRijkaard yGuardiola,cuando, si hablamos de creencias, resulta que el mismoLaporta pone su herencia en manos de un candidato en el que no creía hace pocos meses, como es público y notorio.

Lo que está en juego en esta campaña es seguir manteniendo la distancia sideral que nos separa de clubs como el Madrid. Nunca el Bar-ça había tenido tan buena imagen al mundo y el Madrid tan rematadamente mala. Dieciséis entrenadores en los últimos 14 años, pagando el gusto y las ganas para llevarlos y haciéndolos millonarios de por vida al echarlos anticipadamente. Ahora, el señorPérez tiene que ir a Milán y retratarse ante toda Europa para traer a un técnico que no solo no celebró la Champions con los suyos, sino que impidió que el título fuera la noticia del día anunciando que se iba.

Este es el reto del próximo presidente: que sus ideas no dañen la realidad de tener un club del que los socios se sienten orgullosos y el mundo admira. Superar el modeloLaporta para convertirlo en el modelo Barça.

Corresponsal de TV-3 en EEUU.