Elecciones municipales

Política, 'boomers' y redes sociales: así se comunican los candidatos a la alcaldía de Barcelona

Twitter, Instagram y Facebook siguen siendo los principales canales de propaganda para los partidos, que buscan difundir sus consignas políticas y mostrar la cara humana de los candidatos para ganarse la confianza del votante

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Carles Planas Bou

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El próximo 28 de mayo, Barcelona celebra unas elecciones municipales especialmente abiertas. A falta de poco más de dos meses para los comicios locales, no está claro quien puede ser el ganador ni qué alianzas podrían darse. El Ayuntamiento de la capital catalana está en juego y los candidatos lo saben. Es por eso que en las últimas semanas han reforzado su presencia en las redes sociales para hacer llegar sus consignas a los electores. No siempre con acierto.

En pleno 2023, internet es indisociable de todo acto de comunicación política. Los partidos hace años que han aprendido a instrumentalizar las plataformas a su alcance para amplificar sus mensajes, buscando conectar con una audiencia más joven y seducir a los votantes con un estilo más directo y personalizado. Aún así, construir una campaña eficiente en redes no es sencillo. "El error no es usar un canal, sino cambiar tu discurso y tu estilo para adaptarse a ese canal", explica Patrycia Centeno, experta en estética política. "El político busca credibilidad y esta se consigue con coherencia, tanto en el fondo como en la forma".

El fangal de Twitter

Twitter es, sin lugar a dudas, la red social favorita de todo político. Su formato de mensajes cortos hace que sea más sencillo para comunicar que los audiovisuales, más complejos y en los que la exposición del candidato es mayor. Hace años que Twitter se ha convertido en un espacio de debate político. Eso hace que las consignas partidistas tengan una mayor penetración y recorrido que en otras plataformas, pero también ha degenerado en un ambiente tóxico en el que más que debate se trata de un fangal. "Sobrerepresenta las polémicas y los discursos de odio", denunció la alcaldesa Ada Colau (Barcelona en Comú) cuando decidió abandonar Twitter por "coherencia". Entonces tenía 886.300 seguidores.

El resto de candidatos a la alcaldía de Barcelona sigue participando activamente en Twitter. Ernest Maragall (ERC), con 80.400 seguidores, es uno de los más activos. Su estilo ahí se centra en compartir entrevistas, propuestas políticas, imágenes de reuniones de trabajo y una pizca de mensajes personales que apelan a las emociones. Xavier Trias (Junts per Catalunya), con 97.900 seguidores, y Jaume Collboni (PSC), con 27.940, optan por el mismo método. Entre los cuatro se disputarán la victoria electoral.

Al otro lado del tablero, en el que se compite por un número mucho más limitado de escaños e incluso por la supervivencia, el tono es mucho más brusco y beligerante. Anna Grau (Ciudadanos), con 25.288 seguidores, y Eva Parera (Valents), con 12.000, recurren a mensajes polémicos, ataques personales y otros contenidos incendiarios más proclives a ser virales.

Ningún partido capitaliza mejor ese dominio del incendio verbal que Vox. Se ve claramente en su candidato en Barcelona, Gonzalo de Oro-Pulido (3.239 seguidores): es prácticamente un desconocido, pero sus mensajes, compartidos por los jerarcas del partido ultra en Madrid y su engrasada maquinaria, tienen mucha más tracción que su competencia españolista. En ese eje, solo Daniel Sirera (PP) usa unas formas generalmente más cordiales y de menor confrontación con sus 7.900 seguidores.

Facebook sigue vivo

La agresividad comunicativa también ha sido un rasgo distintivo de Facebook hasta el punto de condicionar y degradar la política en muchos países, entre ellos España. Aunque su penetración social es más tímida que hace una década, la red de redes sigue presente en las campañas electorales.

Colau sí está presente en esta plataforma, en la que acumula 380.000 seguidores y donde mezcla lo institucional a lo personal, desde actos en los barrios de Barcelona a celebrar su cumpleaños. Los candidatos con más experiencia en la vida municipal, como Maragall, Trias o Collboni, tienen una presencia más destacada en Facebook, mientras que los más recientes, como Grau, Basha Changue (CUP) o De Oro-Pulido no tienen páginas propias y la comunicación va a cargo del perfil del partido. Señal de que son otras las redes que están ganando popularidad.

Cara más personal

Parte de los candidatos a la alcaldía de Barcelona dejan ver su cara más personal en Instagram. Colau (135.000 seguidores) comparte fotos de pequeña, con sus hijos o la ya mítica tumbada en la cama, mientras que Collboni (8.845) cuelga imágenes con su hermana o su sobrina. Maragall (8.362) y Trias (7.402) replican el mismo estilo institucional que siguen en los otros canales y Changue (5.090) y Parera (4.746), ambas muy activas, comparten mensajes más marcadamente ideológicos, aunque en polos opuestos.

Más allá de TikTok, fenómeno social en auge pero tema a parte, son pocos los que se aventuran a otros espacios digitales más de nicho, como Twitch. Trias lo hizo participando en la King's League junto al exfutbolista del Barça Gerard Piqué, un claro gesto rejuvenecedor para acercarse a esa base de votantes. Grau, por otro lado, se ha abierto un canal propio en el que hará de 'streamer' para debatir temas de la ciudad. En ese caso, parece más el grito desesperado de un partido que puede desaparecer del hemiciclo barcelonés.

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