Sector vitivinícola

Agustí Torelló Mata cambia su nombre a Celler Kripta tras un 2023 de ventas récord

La empresa alcanza los 5 millones de euros en ventas y pone el foco en EEUU y Asia, y en incrementar el peso del producto Gran Reserva

El cava asegura otro año de récord de ventas a las puertas de la Navidad

De izquierda a derecha: Sofía Torelló, Àlex Torelló, Gemma Torelló y Marc Torelló; segunda y tercera generación de Agustí Torelló Mata

De izquierda a derecha: Sofía Torelló, Àlex Torelló, Gemma Torelló y Marc Torelló; segunda y tercera generación de Agustí Torelló Mata / ZOWTY VOETEN

Paula Clemente

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Tras 45 años de vida y en gran medida influida por una estrategia de expansión que ya va mucho más allá de las fronteras de España, Agustí Torelló Mata se convierte en Celler Kripta. Esta elaboradora de cava familiar afincada en Sant Sadurní d’Anoia (Alt Penedès) aprovecha, de este modo, el nombre del vino espumoso que dio origen a la bodega para empezar formalmente una nueva etapa que ya incluye a la tercera generación de la familia y que tiene como uno de sus grandes objetivos crecer internacionalmente.

De entrada, en el ejercicio que justo termina, Agustí Torelló Mata ha exportado en torno a un 23% de su producción, esencialmente al resto de Europa. Con todo, su objetivo es llegar a un equilibrio casi paritario entre lo que vende en el mercado nacional y en el internacional (60%-40%) de cara a 2026. De ahí un cambio de nombre más comprensible de puertas para fuera.

“Lo que veíamos que nos ocurría en Estados Unidos [uno de los mercados que más tienen en el punto de mira] es que les cuesta pronunciar el nombre Agustí Torelló Mata; prueban el producto, les encanta, pero no se acuerdan de lo que han probado”, explica la presidenta y directora ejecutiva de la compañía, Gemma Torelló. “En cambio, Kripta lo tienen localizado en un segundo: es un nombre en catalán, castellano y en inglés”, resuelve la misma. “Hemos pasado de una cosa muy larga a una cosa muy corta, y eso va muy bien para identificarte”, remata.

En la familia, son conscientes de que al haber hecho del Kripta su marca principal, en el mercado ya eran ampliamente conocidos como la bodega que lo elabora. Además –completan–, a su padre nunca le había acabado de gustar del todo que la bodega llevara su nombre. Su mayor orgullo, dicen, es el Kripta. “Para nosotros es volver al origen, sin cambiar de marca”, añade el consejero delegado de la bodega, Àlex Torelló. “Más que cambiar el nombre, lo que hacemos es llamar [a la bodega] por su nombre”, insiste.

Resultados 2023 y planes de futuro

Todo ello, además, en un momento muy dulce para la empresa. En 2023, Agustí Torelló Mata (ahora, Kipta) ha ganado 650.000 euros, vendiendo un 6% más de botellas (655.000 unidades) e ingresando un 12% más que el año anterior con ellas (5 millones de euros). Este incremento se explica por su apuesta por la venta a distribuidor –es decir, a restaurante–, donde el público invierte en producto más ‘premium’ que en el supermercado, y, también, por esta evolución en el exterior. El año que recién termina, las ventas al extranjero han crecido un 27%.

Esta nueva etapa también estará muy marcada por el desembarco formal de la tercera generación de la familia a las operaciones de la empresa. Marc Torelló (hijo del consejero delegado y director de viticultura y elaboración, Àlex Torelló) ha empezado a trabajar en las viñas como enólogo y adjunto a la bodega, y Sofía Torelló (hija de la directora ejecutiva, Gemma Torelló) se ha incorporado como asistente a las exportaciones dirigidas a América y adjunta en cuestiones de Relaciones Públicas.

En este sentido, el plan a medio plazo de la bodega pasa por expandirse sobre todo por Estados Unidos y, después, Asia; y, en cuanto a producto, por intentar que crezca especialmente el porcentaje de venta de su Gran Reserva (ahora, el 45% de las ventas), frente al Reserva (55%). Así, por mucho que la sequía les reduzca la cosecha –que fue el año pasado un 40% inferior a la de hace 3 veranos–, podrían mantener su volumen de negocio. A corto plazo, esto supone facturar 6 millones en 2024, según confiesa una directiva que sueña con instalarse en los 10 millones de ingresos y los 2 millones de beneficios.