Alimentación

Aceite de oliva: La cosecha en Catalunya volverá a estar por debajo de la media

¿Pueden los consumidores conseguir que baje el precio del aceite de oliva?

La inflación se situó en el 3,5% en septiembre, con una subida del aceite del 67%

Esta es la diferencia entre el aceite de oliva 1 y 0,4

Esta es la diferencia entre el aceite de oliva 1 y 0,4

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A las puertas de una nueva cosecha de aceitunas y con los precios del aceite de oliva disparados, los payeses catalanes han empezado a echar cálculos y la cosa no acaba de pintar, por segundo año consecutivo, demasiado bien. Vistas las condiciones del arbolado, la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC), que agrupa a un centenar de compañías oleícolas, prevé una producción de unas 20.000 toneladas de aceite, un 38% por debajo de la media de los últimos años, que se situaba en 32.000 toneladas. Eso sí, en esta campaña 2023-2024 se aumentará el volumen producido en un 30% respecto al año pasado, cuando se registró la peor cosecha de las dos últimas décadas y solo se alcanzaron las 15.150 toneladas de aceite.

También en el conjunto de España todo apunta a que la producción crecerá respecto a la cosecha anterior, pasando de las 664.000 toneladas a las 760.000 toneladas de la nueva campaña. "En los dos últimos años se han recogido las aceitunas que habitualmente se solían recoger en una sola temporada", lamenta Antoni Galceran, responsable del sector del aceite de oliva en la FCAC. Teniendo en cuenta la previsión de importaciones y que el estoc que queda en las cooperativas es de menos de 250.000 toneladas, la disponibilidad total de aceite de oliva para la temporada que ahora empieza podría ser incluso inferior a 2022-2023.

La federación de cooperativas denuncia que el incremento del precio del aceite de oliva que han notado los consumidores no se ha trasladado a los agricultores y no compensa la situación del sector, que ha visto cómo coincidían el aumento de los costes de producción y el descenso de la producción. Por tanto, tras dos cosechas tan escasas, son muchas las cooperativas catalanas que se están empezando a plantear si es conveniente abrir el molino aceitero.

Cosecha irregular

Por territorios, las 20.000 toneladas que se prevén en la cosecha de este año en Catalunya se distribuirían en 5.500 toneladas en las comarcas de Lleida -ligeramente inferior al año pasado, cuando alcanzó las 6.283 toneladas-; 1.000 toneladas en Barcelona y Girona -estables en relación a la pasada campaña-, y 13.500 toneladas en Tarragona -significativamente superiores a las 7.760 toneladas de la última cosecha.

El problema, explica Galceran, es que "en las comarcas productoras se están produciendo situaciones muy irregulares". La mayoría de los terrenos de cultivo del olivo son de secano y allí las lluvias localizadas de los últimos meses podrían favorecer que, en determinados municipios, aumente la producción respecto al año pasado. En cambio, en otras zonas, donde las precipitaciones no se han prodigado tanto, la producción será incluso peor que la cosecha anterior. "Evidentemente, la producción final dependerá, también, de la evolución de los rendimientos que se obtendrán de la aceituna", señala Galceran.

Así, en las diferentes zonas productoras de aceite de oliva de la provincia de Tarragona, donde realmente podría haber un incremento de producción respecto al año pasado es en la zona del Baix Ebre y Montsià, donde se podrían obtener hasta 11.000 toneladas de aceite de oliva. Por el contrario, en la zona del Camp de Tarragona la producción sería inferior y bajaría hasta las 2.500 toneladas.