ACEITE

¿Pueden los consumidores conseguir que baje el precio?

ACEITE

¿Pueden los consumidores
lograr que baje el precio?

Un reportaje de Paula Clemente
Con infografías de Alex R. Fischer

El precio del aceite de oliva lleva 28 meses consecutivos al alza, pero nunca una serie que se remonta a 2002 había registrado un salto tan grande como el último. En septiembre, el producto acumuló un alza del 67% en un año, según el Índice de Precios al Consumo (IPC) y lo que muestran los datos de precios en origen que recaba Infaoliva es que, a cierre de septiembre, este tipo de aceite se está vendiendo de media aún un 50% más caro que a principios de año.

Los motivos del encarecimiento

La guerra en Ucrania

Ucrania y Rusia son dos de los mayores exportadores de trigo, aceites vegetales y otros alimentos básicos, así que el conflicto alteró por completo el mercado de la alimentación y, en consecuencia, el precio.

El precio del combustible

Al dispararse el coste del gas natural y del petróleo, se dispararon también el precio de los fertilizantes, que son una parte fundamental en el sector, o el del transporte, otra pieza clave de la cadena.

La sequía y el calor

Dos años seguidos de sequía han debilitado los olivos, reducido las cosechas y dejado al mínimo las reservas que utiliza el sector para garantizar la llegada de aceite al mercado al final de la temporada.

La 'mala
praxis'

Varias voces temen también que una parte de la cadena se esté lucrando de forma indebida. Los expertos consultados opinan, de hecho, que una posible solución sería poner al mercado más aceite del que está en reserva.

Ante encarecimientos de este tipo, ¿puede hacer algo el consumidor para que baje el precio? Cuatro expertos nos ayudan a responder a esta y otras preguntas:

El punto de partida:
La ley de oferta y demanda

En el mercado existe una fuerza que es la OFERTA y otra que es la DEMANDA.

Cuando ambas actúan libremente, se equilibran en un punto que es el que determina el precio.

Pero ambas fuerzas raramente actúan en completa libertad. Hay normativas legales, prácticas no éticas... Además, del lado de la oferta interfieren muchos actores (materias primas, fabricantes o distribuidores), mientras que en el lado de la demanda solo hay uno: el consumidor.

El quid de la cuestión es que la capacidad de influencia del consumidor para modular los precios de los productos es muy poca.

"Tú puedes ser importante cuando vas a comprar el pan a la esquina de casa, pero en una gran cadena de supermercados el impacto solo se percibirá si mucha gente se comporta del mismo modo"
Àngel Hermosilla, secretario técnico del Col·legi d'Economistes

El caso del petróleo

En el caso de la oferta, es fácil encontrar ejemplos de cómo esta sí puede alterar fácilmente el precio de un producto. Uno de los más claros es el petróleo.

Como recuerda Mena, hace unos meses se daba por segura una recesión económica, así que los productores anticiparon un recorte de gastos por parte del cliente y empezaron a extraer menos petróleo. Eso ha hecho que actualmente haya más demanda que oferta y, consecuentemente, que se dispare el precio.

"La demanda de petróleo no se ha hundido porque no ha habido una recesión, y en cambio el temor a extraer petróleo de más ha provocado que haya menos oferta. Hay un repunte del precio porque la demanda es más grande que la oferta"
Francesc Xavier Mena, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade

Si quieres más información sobre
por qué sube la gasolina
y quieres saber si seguirá subiendo...

Entonces, ¿puede el consumidor llegar a modular el precio de un producto con su comportamiento?

En teoría, sí. En teoría. Según Àngel Hermosilla, que baje la demanda de un producto como el aceite de oliva presiona efectivamente el precio a la baja, porque quien lo oferta se encuentra que no puede vender todo lo que esperaba a un precio tan alto. Sobre todo cuando existen tantas posibles alternativas (aceite de girasol o de soja, mantequillas, los hornos, las freidoras de aire...).

Es lo que este economista denomina
"amenaza de los productos sustitutivos"

El profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea José Manuel Corrales también considera que el comportamiento del consumidor tiene su efecto, sobre todo cuando el producto en cuestión alcanza un precio prohibitivo.

El ejemplo de la marca blanca

La profesora del departamento de Empresa de la Universitat de Barcelona (UB) Maria Lluïsa Solé Moro recuerda, como ejemplo, el caso de la marca blanca y el efecto que tuvo sobre la marca de fabricante.

"La marca blanca desplazó el consumo de la marca de fabricante, que se vio forzada a ajustar precios. Además, estas empresas se vieron en la necesidad de invertir más en innovación para diferenciarse"
Maria Lluïsa Solé Moro, profesora del departamento de Empresa de la UB

El problema que detectan todos estos economistas en la práctica es que un efecto así solo se consigue cuando se da en masa y cuando se ejerce sobre un producto no tan esencial como lo es el aceite.

¿Por qué este efecto teórico se complica en el caso del aceite?

Esencialmente, porque es un producto de alimentación básico, muy demandado y muy arraigado a la dieta mediterránea. "Es muy difícil cambiar un hábito de consumo de este tipo", indica José Manuel Corrales, como uno de los factores que justifica que se siga comprando (aunque menos) pese a lo elevado del precio. "Uno puede decidir comprar un yate o no, pero el aceite es un producto de primera necesidad", sostiene.

En segundo lugar, porque cabe la posibilidad de que ni un desplazamiento del consumo resuelva el problema. Tal como señala Àngel Hermosilla, esta cadena tiene muchas partes y buena parte de la dificultad actual es que no se sabe exactamente donde está el problema: si en la guerra de Ucrania, si en la sequía, si en la inflación en general o si en que alguna parte de la cadena se está lucrando injustamente.

Independientemente de eso, ¿es plausible esperar una bajada de precios?

El profesor Mena está convencido de que muy difícilmente será por la parte de la demanda, pero está convencido de que el precio del aceite de oliva acabará bajando.

"Los demandantes pueden empezar a coger un aceite alternativo o quien oferta puede decidir poner más producto en el mercado o incluso a plantar más olivos… con un precio alto el mercado tiende a autorregularse"
Francesc Xavier Mena, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade

También lo ve así José Manuel Corrales, aunque en su caso, por los elementos que han impulsado la subida.

"Teniendo en cuenta que los factores que provocan este encarecimiento no tienen por qué ser permanentes [la guerra en Ucrania, las malas cosechas…], esto tendría que resolverse"
José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea

En cualquier caso, la solución no debe pasar, opina Mena, por una intervención directa por parte del Gobierno. "Lo que se ha demostrado que no funciona es que salga un decreto ley que diga que el precio del aceite no se puede subir por encima de un precio concreto", advierte el economista, que anticipa, en ese caso, la retirada de producto del mercado y el auge del mercado negro.

Su receta es tratar de resolver los problemas que interfieran en el libre discurrir de la ley de la oferta o la demanda. En el caso del aceite, importando de otros sitios o liberando, por ejemplo, estoc almacenado.

Un reportaje de EL PERIÓDICO
Textos: Paula Clemente
Infografías: Alex R. Fischer
Coordinación: Rafa Julve