Comercio electrónico

La Generalitat quiere obligar a los 'e-commerce' a tener puntos de recogida de paquetes

Se acabó esperar al repartidor en casa: se dispara el número de tiendas que recogen y entregan paquetes

La economía española aceleró en el primer trimestre y creció el 0,5% pese a las tensiones financieras

Una consumidora de comercio 'online' recoge su paquete en una tienda de Lloret de Mar.

Una consumidora de comercio 'online' recoge su paquete en una tienda de Lloret de Mar. / DAVID APARICIO

Paula Clemente

Paula Clemente

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Defendía hace unas semanas el ‘conseller’ de Empresa i Treball de la Generalitat, Roger Torrent, que la economía de las plataformas no es ni buena ni mala por naturaleza. "Tiene una enorme potencialidad, pero también comporta riesgos y peligros", reconocía el titular de este departamento, en relación a la crítica de otro diputado que hablaba de este sector como una amenaza para el comercio de proximidad. Lo que puso encima de la mesa entonces Torrent es que el Govern trabaja en una ley que regule la logística de última milla, y, según ha podido saber EL PERIÓDICO, parte de su propuesta pasa por obligar a los comercios electrónicos a tener puntos de recogida de paquetes.

En primer lugar, "este texto propone obligar a que los comercios electrónicos tengan centros logísticos dentro de las ciudades que tengan más de 50.000 habitantes, desde los cuales se reparta en vehículos sostenibles”, explican fuentes de esta ‘conselleria’, que también detallan que la idea es permitir que haya tantos como se quiera (o que sea el ayuntamiento el que lo decida), pero que solo puedan cubrir entregas a 1 km a la redonda. Además de eso, “también estarán obligados a tener un punto ‘click & collect’, es decir, que se pueda ir a buscar ese paquete”.

El objetivo de fondo es, en este caso, ayudar a los comercios que quieran complementar su negocio con esta actividad, dándoles más visibilidad de cara a los operadores de comercio electrónico. Al mismo tiempo, esto supone incrementar sus posibilidades de captar nuevos clientes, y que estos descubran negocios casi de casualidad.

Crecimiento disparado

El despliegue no va a ser complicado, ya que, de forma natural, este fenómeno se ha disparado en los últimos cuatro años. Compañías como GLS, Inpost, UPS o Nacex tienen redes de tiendas que recogen o guardan paquetes que son hasta diez veces más amplias que antes de la pandemia. Solo en Catalunya ya hay 880 Parcel Shops, 730 Punto Pack, 600 establecimientos que colaboran con UPS y en torno a 400 Nacex.Shop. “En los últimos cuatro años [el fenómeno] ha crecido más que en los últimos diez, el avance es brutal en relación a los veinte años que hace que existe esta fórmula: cada vez hay más tiendas y cada vez la gente lo pide más”, asegura la directora de esta última unidad de negocio, Sheila Sastre.

Así, reducir de este modo (o mediante taquillas de autoservicio) los viajes de los repartidores se ha convertido en una prioridad para la Generalitat. De momento, el Govern catalán ya ha terminado un primer texto de este anteproyecto de ley, según explicó el propio ‘conseller’ Torrent en marzo en la primera Trobada d’Associacions de Comerciants de Catalunya. Ahora el documento tiene que llegar a la fase de información pública, aunque fuentes de este departamento aseguran que ya la han trasladado a varias figuras del sector del comercio electrónico. De aprobarse esta ley, defendió Torrent, “todo el mundo tendrá las mismas reglas y, por lo tanto, las mismas oportunidades”. 

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