Agricultura
La falta de agua en el campo complicará el acceso a alimentos de proximidad
El Gobierno admite que la sequía amenaza a la normalización de los precios de los alimentos
¿Por qué es tan grave esta sequía? Claves de una crisis que llegó para quedarse
Paula Clemente
Periodista
Periodista del equipo de economía. Escribo sobre cuestiones relacionadas con el Consumo, las empresas (especialmente las medianas y pequeñas), el emprendimiento y el tejido tecnológico local.
La sequía y las restricciones agrícolas para prevenir la falta de agua reducirán la disponibilidad de alimentos de proximidad. Así lo ha denunciado este miércoles la JARC, asociación de jóvenes agricultores y ganaderos de Catalunya. La entidad ha puesto encima de la mesa que con los actuales niveles de producción no se llega ni al 40% de autosuficiencia alimentaria, lo que obligará a importar alimentos de otros lugares, yendo en contra de los dictados para mitigar el cambio climático.
Tal como señala el jefe de la sectorial del agua de esta entidad, Martí Costal, este escenario incrementa por un lado la dependencia de otros países, justo cuando la guerra en Ucrania ha puesto en evidencia las consecuencias negativas de una relación así. Pero, además, “supondrá un impacto en el medio ambiente, con más huella de CO2 y sin garantías desde el punto de vista de las normativas medioambientales, laborales y sanitarias que cumplimos en la Unión Europea”, ha señalado este portavoz, criticando al mismo tiempo que esta huella ambiental redunda en el cambio climático y, consecuentemente, en la sequía. En definitiva, un pez que se muerde la cola.
En concreto, el responsable de la sectorial de fruta dulce y también productor en Lleida, Sergi Balué, ha advertido que de no poder regar en primavera, perderán 9.000 hectáreas de producción de cítricos. “De las cerca de 44.000 hectáreas de fruta dulce de Catalunya, solo 400 son de secano: sin riego, el resto solo podrá mantener la vida del árbol, con una producción de cero o residual, si no llueve”, expone la JARC en un comunicado.
“Esta es una situación preocupante para los productores de alimentos, pero también lo es para toda la sociedad catalana, porque estos alimentos saludables de la tierra que producimos o no los encontraremos en los lineales o habrá mucha escasez y serán más caros y con menos garantías de los que producimos aquí”, han avisado ambos portavoces, en un mensaje que también había lanzado esta semana el Gobierno: la sequía puede retrasar la recuperación de los precios de la cesta de la compra.
Demandas a la Generalitat
En este sentido, a juicio de la organización catalana, la administración pública podría hacer mucho más para aliviar esta situación. De este modo, la JARC ha pedido públicamente a la Generalitat (y así se lo trasladará directamente a la ‘conselleria’ de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda rural en una reunión de la Taula Agraria el lunes convocada de urgencia) que prepare ayudas directas para las pérdidas que puedan tener los pequeños empresarios del sector, que reparta el agua de forma más equitativa entre el sector agrario, que active más desalinizadoras, que incremente la regeneración de agua y que invierta en mejorar las infraestructuras agrícolas, entre otras medidas.
“Hace años que tendría que haberse trabajado en alternativas y no haber estado mirando al cielo”, ha concluido Costal. “No se le está dando la urgencia que debería”, ha lamentado.
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