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"En el taxi puedo vivir otras vidas"

Ali Khan lleva dos años trabajando como taxista en Barcelona

Ali Khan lleva dos años trabajando como taxista en Barcelona

LLUÍS MUÑOZ / BARCELONA

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Cuando Ali llega a una parada de taxi, sus compañeros más veteranos aparcan sus conversaciones para observarle. “¡Te has metido muy joven!”, suelen decirle en compadreo. Ali ríe y va a lo de que verdad importa: “¿Cómo está la faena hoy?” Lo cierto es que razón no les falta: tiene 22 años y lleva desde los 19 trabajando con una licencia que comparte con su hermano.

“Cuando se subió mi primer cliente estaba tan nervioso que tuve que avisarle que era mi primer día. A medida que he ido cogiendo experiencia los días pasan más rápido y cada vez me gusta más el oficio”, explica Ali, el taxista favorito para más de 1.400 personas en la aplicación de Mytaxi. No es de extrañar: la madurez impropia para su edad se complementa con su simpatía y capacidad para trabajar de cara al público; habla catalán, castellano, inglés, urdu y panyabi.

“Desde que trabajo de taxista he adquirido un gran sentido de la responsabilidad. Tanto para levantarme a las 6 de la mañana y trabajar un turno de 12 horas, como para cumplir con el servicio público que el usuario se merece”, sentencia Ali, quien es consciente de las dificultades que supone ser taxista. Recuerda que en un año tuvo que sacarse el carnet de conducir y el de taxista: “Lo más duro fue aprenderme el callejero de Barcelona”. Una complejidad que se suma al contexto que vive el gremio del taxi en todo el mundo: “Cuando compramos la licencia había mucho trabajo, pero en los últimos tiempos ha aparecido una nueva competencia que nos dificulta mucho la posibilidad de tener un sueldo digno”.

"Me suelo levantar a las 6 de la mañana para hacer un turno de 12 horas"

Ali es natural de Pakistán y reside desde los 8 años en Santa Coloma de Gramenet, totalmente integrado en la sociedad catalana, como demuestra en las anécdotas que cuenta: se ha hecho amigo de un usuario al que ya no tiene ni que preguntarle dónde quiere ir; a una señora mayor que había estado mucho rato esperando un taxi en la calle, cuando  acabó el viaje, le instaló la aplicación de Mytaxi y no se puso en favoritos; en una ocasión llevó a un señor que le enseñó mucho sobre la vida: “Me dijo que si alguna vez me dan un consejo que lo acepte. Luego ya tendré la oportunidad de decidir si lo aplico o no”.

Son experiencias que hacen que la vida en el taxi merezca la pena. “A pesar de las dificultades, me encanta este trabajo: cada día descubres nuevos lugares y personas distintas. Con el cliente tengo la posibilidad de vivir vidas que no podría vivir de otra forma”.

Puedes descargar la 'app' de Mytaxi aquí

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