La "partícula de Dios"

Muere el británico Peter Higgs, padre del 'bosón de Higgs'

10 años de la "partícula de Dios": qué hay después del bosón de Higgs

Higgs, el visionario de la materia

Peter Higgs junto a una figura de cera de Einstein, en el Cosmocaixa de Barcelona en el año 2012.

Peter Higgs junto a una figura de cera de Einstein, en el Cosmocaixa de Barcelona en el año 2012. / Toni Albir / Efe

Michele Catanzaro

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El físico británico Peter Higgs, el primero afirmar que los objetos tienen masa gracias a unas partículas llamadas bosones de Higgs, falleció el lunes a los 94 años en Edimburgo. El científico “murió apaciblemente en su domicilio […] después de una corta enfermedad”, anunció este martes la Universidad de Edimburgo en un comunicado

Hace 60 años, en 1964, Higgs planteó la existencia del bosón que llevaría su nombre. Pasaron casi 50 hasta que se demostró la existencia de esa partícula, en 2012. Eso le valió el Premio Nobel de Física en 2013: la confirmación de su hipótesis era la pieza que faltaba en el puzle de la teoría del universo de la física moderna, el Modelo Estándar. Por ello, esa partícula se había convertido en un grial, de cuyo hallazgo dependía la solidez de ese modelo.

Enfermizo y genial

Higgs nació en 1929 en Newcastle upon Tyne (Reino Unido). Fue un niño enfermizo que empezó la escuela más tarde de lo normal. Pero enseguida manifestó un talento extraordinario para las matemáticas. En el instituto, en Bristol, fue alumno del mismo profesor que enseñó física a Paul Dirac, uno de los padres de la mecánica cuántica. 

Se licenció en física en Londres, donde también se doctoró en 1954. Ese año pasó a la Universidad de Edimburgo, que sería su casa académica definitiva, excepto por un paréntesis entre 1956 y 1960 en Londres.

En 1964, concibió la existencia del bosón - durante una caminata por las montañas Cairngorms, según cuentan sus biografías. Publicó un artículo de dos páginas en la revista Physical Review Letters, que marcaria su vida. “El trabajo fue más bien pequeño y estoy asombrado por sus consecuencias”, dijo después. 

La explicación de la masa

Higgs postulaba un mecanismo que explicaba algo que damos por descontado y sin embargo no tiene una explicación obvia: ¿por qué los objetos tienen una masa?  

La teoría más avanzada del universo concebida por la física, el Modelo Estándar, no era capaz de explicar la masa. Esa teoría describe con precisión el funcionamiento de las partículas de la materia y de sus interacciones, pero funcionaba bien solo si se asumía que todas las partículas tenían masa nula. 

Higgs puso remedio a ese fallo, sugiriendo la existencia de otra partícula cuya acción generaría la masa. Los bosones de Higgs crearían un campo que, interactuando con las otras partículas, les daría la propiedad de tener masa. 

En los mismos meses, otros científicos llegaron a conclusiones parecidas, entre ellos François Englert, que luego compartiría el Nobel con Higgs. Sin embargo, Higgs llegó más lejos, al hablar de un bosón que generaría el campo y sobre todo al definir procesos que permitirían medir la partícula en experimentos. 

“La teoría de Higgs es uno de los grandes hitos de la física de partículas. Es lo que nos faltaba en el Modelo Estándar. Además, es un mecanismo relativamente simple y elegante”, explica Mario Martínez, subdirector del Institut de Física d’Altes Energies (IFAE), con una larga trayectoria en el experimento que descubrió el bosón de Higgs.

El bosón fue bautizado “la partícula de Dios” (The God particle) en el titular de un libro divulgativo del físico Leon Lederman. Higgs, ateo confeso, odiaba esa expresión, que en realidad fue una variante de la primera propuesta de titular del libro, que era “la partícula maldita” (The Goddamn particle).

Profesor, mentor y premio Nobel

Después de los ’60, “Higgs hizo otras contribuciones, pero todo el mundo lo recuerda por la teoría del bosón de Higgs”, afirma Martínez. “Me transformé en un espectador”, dijo el físico a su biógrafo. El científico se implicó en la gestión universitaria y en la campaña para el desarme nuclear. 

“Peter fue también un gran profesor y mentor, que inspiró a generaciones de jóvenes científicos”, afirma la Universidad de Edimburgo. Martínez, quien lo conoció en una visita en Barcelona lo define como “muy buena persona, muy afable no obstante la fama de su trabajo”. 

Higgs se jubiló en 1996. En 2012 le llamaron para que se personara, por un anuncio relacionado con su teoría, en las instalaciones del Gran Colisionador de Hadrones LHC en Ginebra, el laboratorio que llevaba años buscando el bosón de Higgs. Allí, el 4 de Julio de 2012, se anunció que se había medido la presencia de la partícula en los detectores ATLAS y CMS de la máquina. Un año después Higgs recibió el premio Nobel de física. 

Ese descubrimiento lo lanzó al estrellato. Más tarde, el físico diría que ese hallazgo le había “arruinado la vida”, porque no le gustaba la publicidad y prefería el aislamiento. 

Sin embargo, el nombre de Higgs va a seguir resonando durante mucho tiempo. “Es posible que el bosón Higgs observado en el LHC sea el primero de una familia. La misión de los próximos veinte años es construir factorías de Higgs, que nos permitan producirlos en serie para estudiarlos en profundidad y ver si hay algo que haga tambalear al Modelo Estándar”, concluye Martínez.