Francia quiere preservar un antiguo laboratorio donde trabajó Marie Curie

El Pavillon des Sources, edificio donde la científica y ganadora de dos Nobel Marie Curie pasó una etapa de su vida investigando, será demolido para dar lugar a un moderno centro de investigación contra el cáncer. Con tal de preservar el antiguo laboratorio histórico, el Ministerio de Cultura de Francia pretende desmantelar el recinto y volverlo a construir tal como es actualmente, pero en otro lugar.

Su nueva ubicación será el Museo Universitario y Científico de París, a unos pocos metros de su sitio original. Actualmente se encuentra en el Barrio Latino de la capital francesa, integrado en el prestigioso Insituto Curie. El pabellón será desmontado y después edificado “piedra sobre piedra”, según ha asegurado Rachida Dati, ministra de Cultura francesa. 

Los propietarios del edificio, por su lado, son de la opinión de que la eliminación del edificio histórico es necesaria para sus actuales intenciones, más allá de preservar el legado. Defienden que ya es hora de dar lugar a una ampliación de hasta siete pisos y 2.000 metros cuadrados al centro de investigación del cáncer. Afirma que son conscientes del valor histórico de la construcción en su conjunto, pero que, actualmente, el Pavillon des Sources es “solo un almacén que alguna vez guardó elementos tóxicos”. 

De hecho, Thierry Philip, presidente del Instituto Curie, asegura que el edificio se encuentra inaccesible debido a que el material radioactivo ha dejado secuelas y es necesaria una descontaminación general, lo que podría suponer un coste muy elevado. 

Aunque el comunicado oficial de París asegura que el pabellón vivirá y el legado de Marie Curie se mantendrá intacto, no menciona la fecha de inicio del proyecto o los detalles del mismo. Tampoco los detalles económicos que supondrá. 

'Marie Curie': a muerte con la ciencia

A pesar de esta solución, que ha conseguido mediar entre los intereses empresariales y la preservación histórica de la ciencia, el debate público cuestiona si realmente es un gasto necesario. Algunos, incluso, se atreven a preguntarse si Marie Curie se habría arrepentido de la destrucción de este edificio en beneficio de un centro de investigación contra el cáncer.