Estudio científico

Un 'plot twist' genético: cómo un virus primitivo se ha convertido en esencial para la creación de la vida

La ciencia avanza en la creación de embriones sintéticos: ¿dónde están los límites?

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Análisis de muestras en un laboratorio.

Análisis de muestras en un laboratorio. / EFE

Valentina Raffio

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¿Saben aquello de 'la de vueltas que da la vida'? Pues bien, presten atención a esta historia porque es un magnífico ejemplo de ello. Hace cientos de millones de años, el planeta estaba habitado por organismos compuestos esencialmente de un puñado de células. Estos seres primitivos también eran víctimas de infecciones causadas por virus de la época. Ahora, una eternidad más tarde, el rastro de esos patógenos sigue estando en el material genético de todos los animales del mundo y, según desvela una investigación publicada este miércoles en 'Science Advances', estos virus primitivos se han convertido en un componente esencial para la creación de la vida. "Son indispensables para el desarrollo de los embriones", explican desde el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.

Hace décadas que la comunidad científica trabaja para entender el complicado libro de la vida que está escrito en los genes de todos los seres que habitan el planeta. Los primeros estudios sobre el genoma humano encontraron una pequeña porción de genes que, al menos a priori, parecían no tener ninguna función específica. Más tarde se descubrió que parte de estos eran, en realidad, restos de estos virus primitivos que infectaron a las primeras formas de vida del planeta. "Se consideraban 'ADN basura', es decir, un material genético inservible o incluso perjudicial", explica Sergio de la Rosa, investigador del CNIO y uno de los autores de este trabajo. 

"Estos retrovirus cumplen funciones importantes, como regular otros genes"

Sergio de la Rosa

— Científico

Pero con el pasar de los años, y gracias al incansable trabajo de la comunidad científica, se consiguió demostrar que ese mal llamado 'ADN basura' era, en realidad, una herramienta clave para la vida. En estos momentos, sabemos con certeza que las secuencias genéticas procedentes de esos virus constituyen al menos el 8-10% del genoma humano. "En los últimos años nos estamos dando cuenta de que estos retrovirus, que han co-evolucionado con nosotros a lo largo de millones de años, cumplen funciones importantes, como regular otros genes", añade De la Rosa. Entre ellos, uno de los implicados en el desarrollo de la vida. 

Ritmo de desarrollo

Según desvela la investigación publicada este miércoles en 'Science Advances', liderada también por el investigador Nabil Djouder, uno de los retrovirus que 'heredamos' de aquellas infecciones primitivas se ha convertido ahora en uno de los genes que marca el ritmo en el desarrollo de los embriones de los animales. Se trata, para ser más exactos, de un proceso que ocurre pocas horas después de la fecundación: la transición de la totipotencia a la pluripotencia. O dicho de otra manera, el proceso que lleva al ovocito de tener dos a cuatro células y así sucesivamente

Se trata de un proceso que ocurre pocas horas después de la fecundación y que permite a un ovocito divirse en varias células

Investigaciones previas ya habían demostrado que la eliminación de uno de estos genes evita que los embriones puedan desarrollarse. Y ahora, tras los hallazgos publicados por De la Rosa y Djouder, sabemos exactamente el porqué. Tal y como explican los científicos del CNIO, al menos uno de vestigios genéticos es el encargado de "dar tiempo suficiente al embrión para ajustarse y coordinar la transición suave de la totipotencia a la pluripotencia, así como del proceso de especificación del linaje celular durante el desarrollo embrionario", ilustra Djouder.

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