INVESTIGACIÓN

Los caracoles se vuelven temerarios cuando tienen hambre

Un nuev estudio publicado en 'Science Advances' analiza el comportamiento de los moluscos en una 'situación extrema' de apetito

ciencia  Caracoles de estanque utilizados para un nuevo estudio sobre el hambre

ciencia Caracoles de estanque utilizados para un nuevo estudio sobre el hambre / Kemenex Lab, Universidad de Sussex

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Cuando el hambre aprieta… hasta los caracoles se vuelven temerarios con tal de echarse algo a la boca. Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Sussex ha logrado demostrar que, en situaciones de hambruna, los moluscos dejan de lado sus resguardos sobre alimentación y empiezan a comer sustancias que en otras situaciones hubieran rechazado por ser potencialmente peligrosas.

En situaciones normales, los caracoles de estanque (Lymnaea stagnalis) evalúan los alimentos que encuentran en el entorno y empiezan a masticarlos mediante una especie de movimientos rítmicos. Si en este proceso se encuentran con una sustancia desagradable, la reacción instintiva es regurgitar una comida que podría resultarles potencialmente peligrosa. ¿Pero qué ocurre cuando tiene mucha hambre? De acuerdo con este nuevo estudio, los moluscos ‘se arriesgan’ y siguen comiendo.

"Equilibrar el riesgo y la supervivencia es común a la mayoría de los organismos. Al utilizar caracoles de estanque como modelo, hemos podido obtener información sobre mecanismos similares en animales complejos donde estas preguntas son mucho más difíciles de investigar", explica Kevin Staras, investigador responsable de este nuevo estudio. "Nuestro enfoque nos permite desentrañar los mecanismos críticos de control cerebral que subyacen en las decisiones sobre cuándo y qué comer", añade Michael Crossley, también autor de la investigación.

Más hambre, más riesgos

Mediante técnicas de registro cerebral, los investigares pudieron determinar que el cambio en el comportamiento de los caracoles se debía a las neuronas dopaminérgicas que actúan como un sofisticado ‘interruptor de control’ que aumenta la toma de decisiones de riesgo a medida que aumentan los niveles de hambre.

Para esta nueva investigación, financiada por el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC), el profesor Kemenes, el profesor Staras y el Dr. Crossley también lograron manipular con éxito la red neuronal bloqueando la acción de las neuronas que contienen dopamina para reconfigurar caracoles completamente alimentados para que se comportaran como lo haría un animal hambriento.