ciclismo

Las cuatro razones para no perderse la clásica de las hojas muertas

Il Lombardia (antes Giro de Lombardía) cierra este sábado el capítulo 2023 de grandes carreras ciclistas de un día con el duelo entre Pogacar, Roglic y Evenepoel.

La edición 2022.

Pogacar, en el Giro de Emilia-Romaña

Pogacar, en el Giro de Emilia-Romaña / UAE

Sergi López-Egea

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Il Lombardia, antes Giro de Lombardía, se disputa este sábado (por Eurosport, llegada prevista a las 17 horas) como cierre de la campaña europea de ciclismo. Y lo hace con los mejores ciclistas del pelotón, sobre todo con el duelo entre Tadej Pogacar, vencedor de las dos últimas ediciones de la carrera, y Remco Evenepoel, que no se pudo contemplar en la Lieja-Bastoña-Lieja por la caída del ciclista esloveno. Será la última prueba que Primoz Roglic disputará con el jersey del Jumbo.

 ¿Por qué la llaman clásica de las Hojas Muertas?

Lombardía, en términos ciclistas, anunciaba antes del azote del cambio climático, la llegada del otoño. Las hojas de los árboles caídas sobre el asfalto representaban el inicio de una nueva estación. En italiano la denominan classica delle foglie morte’. Este año se afronta con 238 kilómetros. Forma parte de las cinco grandes clásicas del ciclismo. Las otras cuatro son: Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix y Lieja-Bastoña-Lieja, todas ellas disputadas en primavera. Es la tercera carrera de un día más antigua del calendario ciclista. Se corrió por primera vez en 1905.

¿Por qué cuesta tanto ganarla a los españoles?

Tradicionalmente los corredores españoles ya habían desenchufado su peculiar cable a la luz del ciclismo en octubre. Sólo Purito Rodríguez en dos ocasiones, años 2012 y 2013, los mejores de su carrera profesional, ha conseguido el triunfo, aunque Miquel Poblet, Marino Lejarreta, Samuel Sánchez, Alejandro Valverde y Enric Mas, el año pasado, estuvieron peleando por el podio de la prueba. Mas repite participación en Il Lombardia, al igual que Mikel Landa, tercero en 2022.

¿Por qué tiene una gran participación este año?

Pues porque por primera vez una prueba ciclista se cruza en el mismo camino de Tadej Pogacar, Remco Evenepoel y Primoz Roglic, ya que caídas y diferentes calendarios han impedido este 2023 que los tres corredores se citasen en una misma carrera. Junto a ellos la participación internacional se nutre con el ecuatoriano Richard Carapaz (la caída del Tour le impidió concurrir a la Vuelta), los hermanos Adam y Simon Yates, Julian Alaphilippe y Carlos Rodríguez.

¿Por qué le va bien a los escaladores?

Al contrario de lo que ocurre en el resto de grandes clásicas, si exceptuamos Lieja, las ascensiones marcan el camino de Lombardía y con ello se abren las opciones de victoria de ciclistas considerados más escaladores que rodadores. El Poggio, en la Milán-San Remo no tiene suficiente dureza para eliminar a los ciclistas reñidos con la montaña y los adoquines marcan la ruta de Flandes y Roubaix. En Lieja las cotas y repechos acostumbran a establecer la escapada buena a kilómetros distancia, sobre todo en la famosa ascensión de la Redoute, aunque siempre puede aparecer un Evenepoel para presentarse a la meta en solitario. Por eso, en el palmarés de Lombardía aparecen entre los vencedores nombres como Charly Mottet, Tony Rominger, Damiano Cunego, Purito Rodríguez, Vincenzo Nibali (ganador también en San Remo) o Thibaut Pinot.