La Vuelta y el minuto de gloria

El minuto de gloria de la Vuelta a España se lleva en tres camisetas ciclistas, las de equipos que difícilmente, salvo milagro, van a ganar una etapa en esta edición de la carrera. El mundo entre ruedas de bicicletas de equipos como Burgos-BH, Euskaltel Euskadi y Caja Rural gira por escaparse, si es cada día mejor, en busca y captura, no del triunfo de etapa que es imposible, sino de recibir como contrapartida minutos de gloria en televisión, publicidad para las firmas comerciales que los patrocinan, muchas veces con contratos que nada tienen que ver con el de las grandes figuras del pelotón, y para que sus familiares y amigos gocen de su sudor y esfuerzo sobre la bicicleta.

El Euskaltel Euskadi ha debutado este año en la Vuelta; un equipo que nació del empeño de Mikel Landa para dar salida a las jóvenes promesas vascas, para rescatar el viejo sueño de Miguel Madariaga, el creador del ya mítico equipo vasco que llenó tantos años de casacas naranjas las carreteras de los Pirineos en el Tour. La operadora telefónica quiso volver a entrar en ciclismo con un equipo vasco que no solo reúne a corredores de Euskadi sino a los nacidos en otros lugares. Y, en la Vuelta, se fugan para dejarse ver, para cautivar a la afición vasca y para perseguir el sueño de levantar los brazos en cualquier meta de aquí a Santiago de Compostela.

El destino final

Y es que además cuando se fugan con corredores de los equipos UCI World Tour (la primera división), selecto club al que no pertenecen, tres conjuntos que acuden a la Vuelta por invitación, poco tienen que hacer. Ellos son los primeros en caer en la escapada, como ocurrió, sin ir más lejos, el jueves, en Cullera, cuando solo aguantó la presión de las figuras Magnus Cort Nielsen, ciclista de enorme calidad.

El Caja Rural lleva sin ganar una etapa de la Vuelta desde 2012, cuando Antonio Piedra aguantó y triunfó en los Lagos de Covadonga, el mayor éxito de su carrera deportiva. Atrás se peleaban entre Alberto Contador, Purito Rodríguez y Alejandro Valverde, unos días antes de que el corredor pinteño atacase desde lejos camino de Fuente Dé para dejar la carrera sentenciada a su favor a poco de la llegada a Madrid.

El Burgos-BH dio la sorpresa en 2019 cuando Ángel Madrazo triunfó en la subida a Javalambre, en Teruel. Desde entonces no solo no han vuelto a ganar en la Vuelta, sino que no lo han hecho en ninguna otra carrera a lo largo y ancho de la geografía ciclista.

Saben los tres equipos que no tienen asegurada la presencia en la Vuelta de 2022 porque solo se otorgan tres tarjetas de invitación y el Kern Pharma, ausente este año, también aspira a disputar la ronda española. Son cuatro y solo caben tres.

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