José Moro (Cepa 21), el bodeguero que sufrió un boicot salvaje: "Estoy convencido de que pillarán a quien ha hecho ese sacrilegio"

Dice José Moro que, "por una cuestión emocional", quiere cerrar el caso del asalto a su bodega, Cepa 21, a la que alguien entró sin forzar ninguna cerradura, vació tres depósitos hasta arriba de vino (60.000 litros ni más ni menos) y se esfumó. Y todo en menos de tres minutos. Apenas han pasado dos semanas y media desde que se cometiera tal "sacrilegio", y el impacto de semejante "barbarie" no es fácil de asimilar.

Lo comenta el empresario con el semblante tranquilo, aunque probablemente la procesión vaya por dentro. Pero seguramente le ha ayudado ver cómo está trabajando la Guardia Civil para detener a quien tiró por el desagüe lo que iba a valer 2,5 millones de euros una vez embotellado: casi toda la cosecha de su vino más apreciado, Horcajo (solo se salvaron 1.000 litros), más una buena parte de las de Cepa 21 y Malabrigo.

Vacían 60.000 litros de vino valorados en 2,5 millones de euros en la bodega Cepa 21

Intuye que la resolución de caso va por muy buen camino y que dentro de no mucho, "en un mes o quizá más tiempo", se conocerá la noticia de que han detenido al culpable de ese "atentado contra los trabajadores de la bodega y los viticultores a quienes les compramos la uva".

"Hacer daño de esa manera es vil y terrible. Con esa frialdad impactante... Me encantaría hablar con esa persona porque no encuentro palabras ni pensamientos para definir lo que hizo. Es brutal", se lamenta Moro, que se muerde la lengua a la hora de apuntar a alguien en concreto. "Sospecho quién ha podido ser capaz de hacer semejante salvajada aunque me resulta inentendible".

José Moro estima en 2,5 millones las pérdidas por el sabotaje a la bodega Cepa 21

Por ahora nada se sabe porque las investigaciones son pretendidamente discretas. El revuelo mediático que se generó cuando se conoció el asalto ("tuvo repercusión en la BBC, el 'Times, Europa, China, Latinoamérica...", recuerda Moro) ha puesto una incómoda presión sobre la Guardia Civil, que quiere atar todos los cabos para detener al culpable. "Pero tienen pruebas tajantes", asegura el bodeguero.

Durmió aquella noche allí

Se dice que es una mujer por la forma del cuerpo y por la manera de moverse, se dice que ha trabajado en la bodega por la facilidad con la que entró y abrió los grifos de los depósitos... Parece que en breve se sabrá quién fue. Y, sobre todo, por qué lo hizo. Con el agravante de que Moro dormía en una habitación que tiene allí y en la que solo había pasado la noche otras dos veces en 21 años. "Habíamos cenado allí con amigos y acabamos tarde. Como al día siguiente teníamos visita al castillo de Peñafiel, ya me quedé a dormir".

Mientras tanto, Moro se consuela y se emociona con las "muestras de cariño impresionantes" que está recibiendo de todas partes, tanto a nivel particular como institucional. "Es muy bonito que te apoye tanta gente porque lo han percibido como un acto canallesco". Pero no se olvida de hablar de vinos, que es lo suyo, tanto de la añada 2021 de Cepa 21 y Malabrigo, que presentó ayer en Barcelona, y que es más sutil y elegante que otras cosechas, como de esos 1.000 litros que se salvaron de aquella aciaga noche. "Haremos algo especial con ellos -avanza-, pero aún no lo sabemos". Antes, seguramente, se sabrá quién tiró 60.000 litros de vino -y futuros buenos momentos- por el desagüe.