La voz de un experto

La eterna rivalidad entre Ribera y Rioja, por José Peñín

Este es el recorrido de los últimos 30 años de estas dos zonas punteras del vino español

Tres vinos de Casa Gourmet: Maeste Alma del Vivar 2021, Montebaco Crianza 2019 y  Matarromera Crianza 2019.

Tres vinos de Casa Gourmet: Maeste Alma del Vivar 2021, Montebaco Crianza 2019 y Matarromera Crianza 2019.

José Peñín

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La dicotomía entre dos zonas rivales como La Rioja y la Ribera del Duero ha suscitado los más encendidos debates entre los consumidores más o menos avezados. ¿Son mejores los vinos de la Ribera o los de La Rioja? Este es el recorrido de los últimos 30 años de estas dos zonas punteras del vino español.

En abril de 1997 escribí un artículo sobre lo que representaban Rioja y Ribera del Duero para el aficionado español. Eran los primeros compases de la rivalidad entre estas dos zonas. Comenzaba a despertar una curiosidad sobre cuál era el mejor. Hasta los comienzos de los años 80, el tinto de la Ribera Duero no existía. La zona se llamaba Ribera de Burgos, especializada en claretes, cuando los únicos tintos que consumían los burgaleses eran los riojanos. Poco a poco, los modos de elaboración y crianza de la ya famosa zona del Alto Ebro se fueron imponiendo, como un siglo antes La Rioja adoptara este patrón de Burdeos.

A finales de esta década, la hostelería madrileña estaba algo cansada del monopolio riojano en sus cartas, por lo que comenzó a decantarse por la zona del Duero por una cuestión de alternancia. Vestía mejor un 'ribera' que un 'rioja' a pesar de que eran más caros. Ello supuso el comienzo de la incursión de bastantes inversores tanto de La Rioja como de Catalunya.

Esta rivalidad entre ambos vinos era debida a que utilizaban la misma variedad de uva, el mismo tipo de cultivo y modos de envejecimiento. Hoy esa comparación sigue vigente, pero con una diferencia que entonces no existía: La Rioja ha mejorado en cuanto a fineza y menor pujanza del roble. En cuanto a los 'riberas', en los 90 acusaban fuertes maduraciones de los racimos, exceso de roble y los problemas de un viñedo relativamente nuevo y, por lo tanto, con rendimientos algo elevados. Un síndrome semejante al que se cernió a finales de los 80 en La Rioja. Hoy esas diferencias son menores. Los vinos del Duero se han elegantizado, son menos vigorosos e incluso con ciertos guiños vanguardistas, con mezcla de otras variedades y alguna que otra incursión a las zonas más altas y frescas del territorio.

¿Cuál es mejor, Ribera o Rioja?

Hoy la demanda urbana entre el 'riberitis' y el 'riojitis' está sustentada en la elección de las dos zonas de tintos con un enfoque más mediático que por las características diferenciadoras de ellas. ¿Cuál es mejor, Ribera o Rioja? Es la pregunta que la calle formula al experto. La contestación razonable sería: "Son diferentes" ¿Cuáles son sus diferencias saltándonos las peculiaridades de elaboración que cada autor o enólogo pudiera imprimir a la marca?

Los tintos ribereños son de color más intenso por una maduración más profunda que el 'rioja', por ser una zona menos nubosa y lluviosa, pero con una acidez más marcada por sus noches más frescas. Esta diferencia se va palideciendo ante la nueva generación de jóvenes enólogos que, sin estar pendientes de ser fiel a la imagen impostada, se esfuerzan en elaborar vinos mejores que no necesariamente proyectan el estilo del pasado ni les importa. Vinos que extraigan las particularidades de la viña, su suelo y la altitud, así como también el rescate de variedades de otro calibre, con menos extracción y concentración en la elaboración, que proporciona una textura más ligera, con un color algo más abierto, pero que crean un estilo nuevo. Alguien podrá invocar que el gusto por los vinos concentrados y tánicos están pasados de moda. Sin embargo, existen bodegas que se resisten a abandonar el vigoroso 'ribera' de antaño porque lo hacen muy bien y tiene sus adeptos.

José Peñín.

José Peñín. /

En los últimos cinco años, la vanguardia enológica comienza a explorar los rincones más apartados de la D. O. situados a mayor altitud como es el valle de Esgueva por la zona noroeste, las tierras altas burgalesas del noreste, Soria y los límites con Segovia. Zonas menos explotadas, con el viñedo antiguo con cepas de distintas variedades entremezcladas, de estilo más ligero y geológico, pero con expresión frutal.

¿Qué vinos elegir?

Si lo que buscas es lo que yo llamo el "ribera del lechazo", con más color, de uvas maduras, carnoso de taninos marcados y potente, este modelo es el mayoritario. Sin embargo, yo me inclino por los vinos más elegantes, más afinados, donde la fruta y el roble se funden creando unos vinos expresivos y redondos.

Una opción límite para los bolsillos puede ser los vinos que elegí para Casa Gourmet, la tienda 'on line' y Club de Vinos de EL PERIÓDICO: los crianzas Matarromera, Montebaco y Maeste Alma de Vivar bajo tres miradas: un tinto vinculado a los tiempos de los 'riberas' maduros como es Matarromera, la marca más elegante del grupo vinícola; Montebaco 2019, con una maduración más limitada, con mayor relevancia de la frescura y acidez que refleja la finura y complejidad de su suelo calizo, y Maeste Alma de Vivar, con un guiño al 'terroir', un modelo del 'ribera' de hoy.

La opción más cara y para momentos más trascendentales como vinos de culto serían los tintos Dominio de Atauta Llanos del Almendro 2017, Canta la Perdiz 2017 y Viña Sastre Pago de Santa Cruz 2016. Los dos primeros son la revelación más portentosa del terruño y el tercero, una mirada a los 'riberas' más concentrados pero expresivos.