Desde 1978

El mejor restaurante de menú de Barcelona (a donde no llega ningún bus turístico)

El Rincón Sevillano es uno de los bares-restaurantes más auténticos de Barcelona, donde disfrutar de carne al ajillo, potajes y arroces como los de tu abuela. ¡O mejores!

Los mejores restaurantes de Barcelona para comer por menos de 15 €

Restaurantes donde comer estupendamente al mediodía por menos de 20 €

Paella de El Rincón Sevillano.

Paella de El Rincón Sevillano. / El Rincón Sevillano

Laia Zieger

Laia Zieger

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando dicen aquello de que “Sevilla tiene un color especial”, también podríamos aplicarlo a El Rincón Sevillano (Calderón de la Barca, 129). Y no es porque sea un tablao flamenco ni nada por el estilo, sino un restaurante del barrio del Carmel como quedan pocos en Barcelona. Un establecimiento como Dios manda, acogedor, popular y (importante) donde se come bien, muy bien, de rechupete. Eso es 'comfort food' y lo demás son tonterías, a pesar de que, 'a priori', no es el lugar al que aplicaríamos ninguna etiqueta 'trendy'. Probarlo es amarlo, y colocarlo ipso facto en los primeros puestos de 'rankings' de mejores menús de la ciudad.

El Rincón Sevillano es un garito auténtico, casi de peli de Almodóvar, cuya historia es la de muchas familias que emigraron a Catalunya en los 60. Juan Rincón Luna y Mercedes Carmona Muñoz llegaron a Barcelona en aquella década y, tras años trabajando en una fábrica textil, decidieron montarse por su cuenta un bar al que han dedicado su vida tal y como se hacía antes: sin días de fiesta y con horarios interminables. “Abrieron sin tener ni idea. Les pedían un cortado y no sabían qué era. Pero mi madre sabía cocinar”, cuenta su hijo Jordi, hoy a las riendas del local junto a su hermana Laura y su esposa Miryam. Todos sonrientes, todos majos, como han visto hacer.

Juan, el padre, hoy jubilado, sigue, sin embargo, yendo casi a diario a pelar patatas o a traer setas y espárragos que cosecha él mismo. Porque aquí todo es escrupulosamente casero, limpiado y elaborado al momento tras la compra cotidiana en los establecimientos y el mercado del barrio. 

"Es como estar en nuestro salón"

El Rincón Sevillano es, pues, el negocio de una familia “visceral”, como cuenta su actual dueño: "Es como estar en nuestro salón”, asegura. De la segunda generación, cada uno tiene su especialidad. Jordi, que suele estar al servicio, también es el maestro de las tortillas, que elabora cuando llega a las 6 de la mañana para abrir la persiana. A partir de entonces, empieza la movida. La oferta es de desayunos de 'forquilla', bocatas y menús de mediodía. Fin. Después cierra el chiringuito.

Pero de buena mañana hasta que cierran, el ritmo es trepidante. “Somos un restaurante de necesidad, un bar de barrio. Aquí vienen trabajadores, gente de la zona que no puede o no tiene tiempo a cocinar”. Vienen porque se come con gusto y a gusto. En manteles de cuadros y rodeados de todo tipo de suvenires del Betis. Comida como en casa, de porciones generosas, sabores auténticos y a un precio como en pocos lugares: 13,50 euros el menú (con algún extra según el plato que se escoja). "En cada apartado hay seis o siete platos para elegir cada día. Los platos son los de siempre, los que aprendimos viendo a nuestra madre hacerlos”, explica Jordi.

Pese a que se ha hecho alguna reformilla por aquí y por allá, en realidad nada se ha tocado que haya modificado la esencia de este restaurante, “porque nos gustaba que siguiera igual”, apunta Jordi. Gente humilde, trabajadora y feliz, que conoce a sus clientes como la palma de su mano. “A muchos de ellos los conocemos desde pequeños. La gente nos tiene cariño”. Y no cabe duda de que, cuando vemos que está lleno a diario, solo lo pueden hacer bien. Si no, sería imposible mantener la continuidad de este establecimiento en pie que lleva desde 1978  “dando bien de comer”, como reza el toldo exterior.

Y es que a El Rincón Sevillano no se va porque sí, ya que no figura en el radar de los turistas que visitan Barcelona: es uno de los pocos locales de toda la vida que sigue en manos de los barceloneses. Como dice Jordi, "los turistas no llegan aquí, se quedan en el Park Güell, o en otro local, Las Delicias, que está un poco antes”. Y eso en plena polémica por el bus de barrio 116, que últimamente ha sido noticia por haber sido eliminado de Google Maps para evitar el colapso por parte del turismo

Sin embargo, El Rincón Sevillano no carece de fama más allá de los vecinos del Carmel. Eso se debe a Jordi, un “fenómeno” (como diría Bertín Osborne), todo genio y figura, a quien durante el confinamiento se le fue la 'castaña', en el buen sentido, y decidió "liarla en Instagram", como él mismo dice. A base de vídeos cachondos y gritos que harían temblar a cualquier vendedor y vendedora de mercadillo, logró mantener vivo el buen rollo de El Rincón Sevillano y despachar comida -y algo de alegría- a domicilio. No solo subieron los ánimos de los vecinos, sino también los seguidores. Además, la gente le interpelaba por la calle y empezó a dar entrevistas hasta que, al fin, la vida volvió a ser como antes.

Por eso mismo, hoy que se puede no hay que perder la oportunidad de ir a probar esos platos que son el orgullo de la casa: los calamares a la andaluza, la carne al ajillo, las migas, los potajes, las tortillas varias, el bacalao o los callos. Sí, son muchas especialidades para un solo restaurante. Pero es que El Rincón Sevillano es mucho rincón sevillano. Y que siga dando bien de comer muchos años más.

Suscríbete para seguir leyendo