7 hoteles con (muy buenos) restaurantes para una última escapada de verano

Hasta el 31 de agosto no te quites el flotador. Admitámoslo, los tiempos están cambiando y cada vez el verano dura más y más. No vamos a decir que sea eterno, porque siempre hay que volver y retornar a la rutina, pero crecen las opciones para estirar el periodo vacacional.

Seleccionamos siete hoteles con restaurante en los que disfrutar a lo grande y que cuentan con chefs y grupos hosteleros importantes detrás, desde grandes promesas hasta nombres consagrados. Es el momento de coger las chinchetas (virtuales) y marcar estos puntos en Google Maps. Merecen la pena.

Trastámara - Helguera Palacio Boutique & Antique (Las Presillas, Cantabria)

Abierto hace apenas dos años, este Relais & Châteaux se ubica en un palacio del siglo XVII en el rural cántabro. Solo 11 habitaciones y una decoración personal y ecléctica a base de reliquias de anticuario lo convierten en uno de esos hoteles para vivirlos a fondo. El restaurante Trastámara juega la baza de ofrecer producto de temporada y recetas de alma peruana, perfectamente integradas por dos razones: el palacio fue construido por la mano derecha del virrey de Perú y el actual chef Renzo Orbegoso también es originario de ese país.

Esto hace que se junten en la mesa con mucho acierto un sabroso tiradito de corvina con ají amarillo o un impecable calamar en su tinta con su crujiente. Entre los hallazgos de la carta, un sorprendente salmonete relleno de setas (¡funciona!). El servicio de sala, con el veterano Carmelo al frente, asegura solvencia y buena mano en la selección de vinos, desde el Ribera de Duero de la casa hasta un Jura francés.

Exótico - Hotel Primavera Park (Benidorm)

Más allá del desarrollismo económico, el turismo ‘golden’ o las ‘boutades’ de Isabel Coixet, Benidorm también existe. Y en algunos de sus hoteles, además, comienza a mimarse el apartado gastronómico. El Primavera Park, uno de los que mejores vistas de la ciudad, se pone las pilas con una oferta culinaria que abre el apetito.

El grupo Gastrogroup, con una amplia experiencia en la Costa Blanca, está detrás de Exótico, un restaurante del que salen propuestas que buscan la sorpresa del cliente, desde un inspirado ceviche de ostras y sirope de brandy hasta la arriesgada y mestiza (¡pero convincente!) presa ibérica con salsa barbacoa coreana y yogur de tahini y quinoa frita. En la azotea del hotel, la fiesta continúa con Selvático, la coctelería del hotel en la que disfrutar de un mojito y algún platillo.

Olas - Noa Boutique Hotel (A Coruña)

Vuelta al norte para descubrir uno de esos proyectos que convencen a fuerza de mirar al mar. Situado en Santa Cruz de Oleiros, representa una de esas experiencias relajadas y contemporáneas, donde lo que cuenta es la esencia y se prescinde de lo superfluo. El restaurante Olas, ganador del premio World Luxury Boutique Hotel Restaurant, es el escenario en el que el chef Alejandro Ares cocina una propuesta que apunta alto.

No renuncia a los viajes con sentido, como en el ‘shabu-shabu’ de salmón, ají amarillo, ‘kimchi’ e ‘ikura’ o el pulpo a la brasa sobre milhojas de patata con salsa chipotle. A veces es el producto el que manda como en la focaccia con cecina de wagyu o en el ‘steak tartar’ clásico que se acompaña de queso Galmesano. Buena mano con los arroces, donde sobresale el de papada ibérica, langostinos y queso San Simón.

L'Esguard - Alàbriga Hotel Suites (Sant Feliu de Guíxols, Girona)

Lujo absoluto a solo un paso de la preciosa bahía de Sant Pol de Sant Feliu de Guíxols. Eso es lo que ofrece este hotel, en el que el ‘mix’ de terrazas (algunas privadas en las propias habitaciones), piscina y bar con coctelería hacen que uno tenga la tentación de querer pasar casi toda su estancia dentro de esta fortaleza (justo eso significa 'alàbriga' en fenicio: fortaleza al sol). Esta temporada, además, cuenta con un aliciente importante: la cocina del chef Miguel Sánchez Romera.

Este chef y neurólogo ha trasladado su restaurante L’Esguard hasta este complejo para hacer de las suyas con el paladar del comensal. Las papilas gustativas conectan con el cerebro en un maridaje perfecto con platos como el ‘coupage’ de aceites de oliva virgen extra con purés naturales de frutas y agua de rosas, jazmín y violetas: mucho más que un mero acompañamiento para el pan. También merecen la pena la ostra en 'tartar' con puré de puerros, albahaca y crema de cebolla a la vainilla de Madagascar, juegos de texturas y sensaciones que suponen un triunfo gastronómico.

Bailara - Iriarte Jauregia Hotel (Bidania-Goiatz, Guipúzkoa)

Tomando como partida un palacio del siglo XIX, este hotel abre sus puertas en 2009. Permite disfrutar de la provincia de Guipúzcoa desde la tranquilidad de una zona rural, una sensación que se acrecienta gracias a su amplio jardín amurallado, perfecto para el esparcimiento. En el terreno gastronómico, cuenta con una oferta cuidada bajo la dirección del chef Enrique Fleischmann y el jefe de cocina Jesús Viejo: el restaurante Bailara (valle, en euskera).

La apuesta por los productos de temporada y los proveedores de cercanía es seria, como se demuestra en el salmonete asado con migas crujientes, tomate tatemado y crema del propio pescado o en apuestas por el terruño como el requesón de oveja, crema de vainilla y leche con helado de cuajada, perlas de vainilla y miel. Además, en Bailara ya pueden presumir de tener pequeños clásicos como su “carbón” de taco de buey, o cómo trabajar el fuego con imaginación y sensibilidad. Se agradece el cuidado en la presentación, unido a un atento servicio de sala.

Etxeko - BLESS Hotel Ibiza (Eivissa)

Este hotel es un pequeño oasis en Santa Eulalia, un verso suelto dentro del maremágnum ibicenco que a veces amenaza con llevarse por delante al que busca paz y sosiego. No hay mejor marco posible para un restaurante tan especial como Etxeko, que lleva el sello de Martín Berasategui, apoyado en el trabajo día a día de un profesional como Paco Budía, y que cuenta con una estrella Michelin.

La nueva temporada en Etxeko de este hotel responde al retrato robot de los grandes restaurantes del chef vasco. Recetas perfectamente testadas en las que se aúna un producto de primer nivel, una presentación muy cuidada y, lo más importante, mucho sabor. En el menú destacan virguerías como una nueva versión de la celebrada ensalada con el sello Berasategui o su sirvia -pescado local- marinada con mayonesa de pepino, besos y espumoso de guindilla. Los postres, a otro nivel, como demuestra el apio helado con aguardiente granizado, zanahoria y compota de remolacha y frutas.

Chez Lumière - Royal Hideaway Sancti Petri (Chiclana de la Frontera, Cádiz)

Con la playa de La Barrosa, considerada como una de las mejores de España, al alcance de la punta de los dedos, pocos atractivos más (aunque los tiene) necesita este hotel. Aunque los aficionados a la gastronomía fina tienen otro con nombre propio para acudir en peregrinación: Juanlu Fernández. El cocinero, ilustre representante de esa renovada cocina andaluza que empuja con fuerza, defiende aquí su proyecto Chez Lumiére.

En este restaurante encontramos las señas de identidad de Fernández: Francia y Andalucía cogidas de la mano, con puente tendidos a partir de recetas que denotan técnica y conocimiento. Se nota en la lubina atlántica con ‘beurre blanc’ de lomito ibérico o en el ‘lobster roll’ presentado, como no podía ser de otra forma, en pan brioche.