Alt Heidelberg reabrirá a final de febrero tras 19 meses cerrado

Todo hacía pensar que Alt Heidelberg había cerrado para siempre víctima de la pandemia. Llevaba con la persiana bajada desde julio de 2020 porque no podía mantener el negocio sin terraza y con una barra que las restricciones sanitarias hacían impracticable. Así que el histórico negocio, que nació un 19 de marzo de 1934 en la ronda de la Universitat, 5, parecía destinado a una muerte silenciosa. 'Octogenario' y 'coronavirus' siempre han sido dos conceptos que unidos daban como resultado un tercero muy feo: 'altísimo riesgo'.

Pero nada de eso ha ocurrido. Una propiedad fuerte, fiel a su clientela y terca contra el destino ha hecho posible el milagro: la cervecería alemana más emblemática de Barcelona regresará a finales de este mismo mes.

El cartel de la fachada

Tan tercos han sido los dueños durante toda esta crisis que en el cartel de la entrada dejaron indicado que pensaban volver en cuanto la situación les fuera favorable, solían enviar a personal de mantenimiento ahí dentro con el objetivo de hacer más fácil una eventual vuelta al trabajo e incluso durante las dos fiestas navideñas que permanecieron cerrados iluminaron la icónica fachada del local.

Tanta obstinación y tanta esperanza han tenido premio al final porque la caída de las restricciones les ha dado una segunda oportunidad. Si habían salido adelante tras la guerra civil y tras un incendio devastador en 1985, cómo no iban a hacerlo en tiempos pandémicos.

La fecha de vuelta, aún por concretar

No se sabe el día exacto para el esperadísimo regreso porque hay algunas máquinas que, al intentar arrancarlas, han fallado después de tanto tiempo paradas, pero la vuelta de Alt Heidelberg es inminente y, con ella, sus más de 50 cervezas (la mitad alemanas) y sus platos de gastronomía centroeuropea que convirtieron en míticos como el 'eisbein' (codillo hervido), el 'gulash' (ternera estofada con pimentón de la Vera), el chucrut, las salchichas hervidas o a la plancha, nunca fritas (fránkfurts, 'bratwurts', 'bockwursts'...), las hamburguesas...

Volver a Alt Heidelberg será, más que nunca, como regresar al pasado porque, además de la carta de toda la vida y el escenario de siempre, estará atendiendo al personal el mismo equipo (más de una veintena de trabajadores, dos de los cuales se jubilaron durante tan largo y obligado cierre).

"Ha sido duro y hemos sufrido por nosotros y por nuestro trabajo, pero también por los clientes de toda la vida, que nos llamaban para pedirnos mesa para celebrar cumpleaños y les teníamos que decir que no podíamos servirles porque aún seguíamos cerrados. Era angustioso", explica uno de los empleados del restaurante. Se acabó la pesadilla. Toca celebrarlo. En este caso, con una cerveza alemana, por supuesto.