Regreso sorprendente

El Cuiner de Damasc da marcha atrás en su despedida y vuelve a abrir

El celebrado restaurante del Gòtic, que sirve uno de los mejores 'kebabs' de Barcelona, reabre tras un cierre de poco más de un mes

Salem Kahbbaz, chef y propietario del restaurante El Cuiner de Damasc.

Salem Kahbbaz, chef y propietario del restaurante El Cuiner de Damasc. / Manu Mitru

Cata Mayor

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Salem Kahbbaz debe de tener un gen como el de Mick Jagger. A sus 76 años, el cocinero sirio cerró hace poco más de un mes cerró El Cuiner de Damasc para jubilarse y acaba de decir basta. Basta de estar quieto. Necesita marcha. Así que ha reabierto el restaurante, considerado uno de los que mejores 'kebabs' sirven en Barcelona (carne de cordero y de pavo adobadas con canela y pimienta con la que rellenaba un pan de pita tostadito en el que también metía lechuga, tomate, pepino y salsa picante). "No me siento bien sin hacer nada , soy una persona activa", es la frase con la que justifica su retorno.

El Cuiner de Damasc, que se inauguró hace 15 años, regresa al mismo local de la calle dels Templers, en el Gòtic, para regocijo de sus fans, que amaban su plato estrella así como su cocina de Oriente Medio auténtica y accesible. Vuelve a haber luz en la sala de atmósfera casera, pero solo de día porque Salem no se ve con fuerzas -de momento- de dar servicio por la noche. Los domingos y los lunes estará cerrado.

"Fue un malentendido"

El adiós temporal de El Cuiner de Damasc coincidía, según explicó en su día Salem, con el fin del contrato de alquiler del local. En realidad, no era así, sino que la razón de esa despedida era que temía que la nueva propiedad del edificio le forzara a acabar el arrendamiento como había hecho con uno de sus vecinos, amigos suyos.

Y esa intranquilidad le hizo entregar las llaves a final de septiembre, tal como ha explicado a totbarcelona.cat. Cuando se enteró de que no había ningún problema con su alquiler ("fue un malentendido"), pensó inmediatamente en reabrir los portones de madera del restaurante.

Cosa que ha hecho este miércoles. Han vuelto los turistas, los vecinos y los trabajadores de la zona, que han vuelto comer su celebrado 'kebab', además de su falafel, su humus y sus muchas otras delicias que también se pueden encontrar en el libro que escribió en 2008 con su amigo el antropólogo Jordi Colobrans, ''El Cocinero de Damasco, cocina, cultura y recetas' (Zendrera Zariquiey).